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El puente Pumarejo, que conectará a Barranquilla y Santa Marta y dispondrá de una amplitud de 38 metros con un progreso actual de 37%.
El puente atirantado más alto y el más ancho de Suramérica, además del viaducto más largo del país son algunas de las grandes obras que están en desarrollo y que prometen mostrar un avance en la ingeniería local.
El puente Pumarejo, que conectará a Barranquilla y Santa Marta y dispondrá de una amplitud de 38 metros con un progreso actual de 37%; el puente Hisgaura, que con 148,3 metros de altura será referente subcontinental; y el viaducto construido sobre la ciénaga de La Virgen en la vía entre Cartagena y Barranquilla son estos tres proyectos.
Estas construcciones ya se convierten en referentes a nivel de infraestructura vial por sus labores de ingeniería; además, hacen parte de la renovación acorde a las concesiones de autopistas de cuarta generación, en las que, de acuerdo con datos del Gobierno, intervendrán cerca de 1.370 puentes.
Dentro de estas obras también destacan el puente Roncador, parte del proyecto Yatí-Bodega (que es el de mayor avance en la actualidad con 68% de progreso), el de Honda y el que se ubicará sobre Puerto Berrío, en Antioquia, y que fue el último en iniciar obras en marzo de este año.
Para Julián Vásquez, gerente general de Ultracem, empresa que suministra materiales y participa así en la construcción del puente Pumarejo, este proyecto (que tiene un plazo inicial de entrega de 36 meses, previsto para mayo de 2018), “representa un alto reto empresarial y desde 2015 ha sido asumido como un gran desafío para la colocación de todos los concretos de esta megaobra de ingeniería en el norte de Colombia”.
Y es que, con sus 38 metros de ancho, esta obra contará con tres carriles en cada sentido, más un carril central peatonal; por lo que “el objetivo de su construcción es corregir las especificaciones técnicas del puente actual para permitir la navegabilidad aguas arriba a los barcos de mayor capacidad y mayor calado. Todo esto ayudará a incrementar el desarrollo portuario de la región y el comercio al interior del país”, agregó Vásquez.
A pesar de que el Pumarejo es el primer gran puente que está previsto para ser entregado, el Roncador, que está a cargo del Fondo de Adaptación, es el más adelantado. La obra estará ubicada sobre el río Magdalena y conectará dos carreteras: la Ruta del Sol y la Troncal de Occidente, con proyecciones de ser entregado en su totalidad en febrero de 2019.
Otro puente de referencia, que no destaca por sus características o especificaciones técnicas, pero que tendrá una funcionalidad relevante, es el de Honda “que cruzará el río Magdalena y facilitará el tránsito entre Cundinamarca y Tolima, en un área que requería de este tipo de renovación en infraestructura para salir al norte de Colombia”, señaló Julián Cardona, expresidente de la Asociación Colombiana de Ingenieros (Aciem).
Y es que de acuerdo con Cardona, “el país presenta un retraso de 100 años aproximadamente en infraestructura vial y está relegado aún con respecto a los países de la región. No obstante, el avance en ingeniería permite el desarrollo de estos puentes, que contribuirán con el alza en la competitividad”.
Prueba de este progreso en ingeniería es el puente Hisgaura, ubicado en San Andrés (Santander), que se perfila como una superestructura conformada por una placa sostenida por un total de 128 tirantes, obra que se encuentra en la etapa de atirantado. De acuerdo con datos del Fondo de Adaptación, este proyecto resuelve el paso por un sitio crítico que generaba el cierre de la vía Los Curos-Málaga por la inestabilidad de la zona.
Por su parte, el viaducto edificado sobre la ciénaga de la Virgen, que está ubicado entre Bolívar y Atlántico, obra a cargo de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) va con un cumplimiento de obras cercano a 50% y será entregado, según los cronogramas, en junio de 2018.
Jorge Mario Rúa, ingeniero civil de la Universidad de Antioquia, destacó que “las obras que se realizan en Pumarejo, Hisgaura y La Virgen representan retos para el sector constructor por la topografía de las zonas en donde se instalan, las condiciones de su edificación y los materiales que se están usando”.
La última de estas estructuras que inició sus obras en Antioquia, según Luis Fernando Andrade, presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura, es ejecutado por la concesión Autopista Río Magdalena que contempla la intervención de 144 kilómetros en municipios como Remedios, Vegachí, Yalí, Maceo y Puerto Berrío en Antioquia, y Cimitarra, en Santander, y es parte de las Autopistas de la Prosperidad.
“Todos estos puentes y estructuras representarán una importante descongestión y suplirá las necesidades de vías primarias; además de constituirse como pilares de referencia para futuras construcciones de este tipo, más que necesarias en Colombia”, concluyó el experto en ingeniería y expresidente de Aciem.
Parte de la ola de renovación vial de carreteras 4G
El plan de cuarta generación de concesiones busca reducir, en promedio, 30% de los tiempos de recorrido que se destinan actualmente en las carreteras e incluye una inversión general de $50 billones con proyecciones de 8.000 kilómetros de carreteras, incluyendo 1.370 de ellos en doble calzadas y con previsiones de entregar la mayoría de obras en 2021. Dentro de estas construcciones se incluyen varios puentes que buscan mejorar la competitividad nacional con un sistema más acorde a las necesidades.
