“En La Pradera nuestra misión es llevar a cada mesa productos elaborados con calidad”

En un mercado cada vez más competitivo, donde la innovación y la calidad son determinantes, La Pradera se consolidó no solo como una compañía líder en la producción de quesos, yogures y dulces, sino también como un símbolo de confianza.

La Pradera, fiel a su espíritu pionero, supo adaptarse al mercado lácteo con propuestas que equilibran tradición e innovación. Paraguay cuenta con un potencial enorme para desarrollarse en el sector lácteo y se refleja en el aumento de la demanda, además en la diversificación de productos y alimentos de calidad.

Hablar de La Pradera es hablar de una historia marcada por la perseverancia. Fundada hace 30 años como una pequeña producción familiar, la empresa se expandió a lo largo y ancho del país, transformándose en un verdadero referente nacional.

“La Pradera nació hace 30 años con el sueño de elaborar productos lácteos frescos y confiables. A lo largo de este tiempo, crecimos desde una pequeña producción familiar hasta convertirnos en una empresa con presencia nacional. La confianza que las familias depositan en nosotros es nuestro mayor logro”, afirmó Violeta Ceuppens, directora de Lácteos La Pradera.

Entre los hitos que marcaron el crecimiento de La Pradera se encuentran la apertura de múltiples puntos de venta, la incorporación de nuevas líneas de productos, desde quesos de distintas variedades hasta yogures y postres.

“Hoy, el consumidor busca practicidad, calidad y productos que aporten a una vida más saludable. Dentro de La Pradera, nuestros quesos y yogures y postres se encuentran entre los más demandados, junto con el dulce de leche, que es un emblema de nuestra marca”, expresó la directiva.

La innovación también juega un papel crucial. Nuevos formatos y presentaciones de los productos permiten que los productos acompañen el ritmo de vida de los consumidores, ya sea en desayunos familiares, meriendas escolares o como alternativas prácticas para quienes buscan opciones rápidas sin resignar calidad.

Si hay un pilar que sostiene el crecimiento de La Pradera, es su fuerza laboral, que con firmeza y talento trabaja cada día. Los colaboradores son el alma de la empresa y quienes garantizan que cada producto mantenga los estándares de calidad que la distinguen.

Nuestra gente es el corazón de la empresa. El compromiso, la dedicación y la experiencia de cada colaborador son los que hacen posible que La Pradera mantenga la calidad y la calidez que nos caracterizan.

En ese sentido, la compañía apuesta por la capacitación constante y el bienestar de su fuerza laboral, consciente de que detrás de cada producto hay manos trabajadoras que aportan valor.

El crecimiento de la industria láctea no está exento de obstáculos. Uno de los principales desafíos es la volatilidad de los costos de los insumos. “Uno de los principales desafíos es la inestabilidad de costos en la materia prima y la necesidad de fortalecer la cadena de frío en todo el país”, explicó Ceuppens.

La competencia con productos importados es otro reto constante. Sin embargo, lejos de ser una amenaza, impulsó a La Pradera a diferenciarse. “Nos impulsa a diferenciarnos por calidad y autenticidad”, señaló Ceuppens con firmeza.

Este 2025, La Pradera celebra tres décadas de trayectoria con la mirada puesta en el futuro. Parte de esa celebración incluye la expansión de sus puntos de venta propios, una estrategia que busca reforzar el contacto directo con los consumidores. La cercanía con la comunidad es, después de todo, una de las claves del éxito de la marca.