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Histórico ingresos de Tesla.
Donald Trump desmintió las afirmaciones de que pretende destruir el imperio empresarial de Elon Musk como represalia por desacuerdos en torno a la ley tributaria
Donald Trump negó que estuviera buscando arruinar el imperio empresarial de su antiguo aliado Elon Musk como retribución por su disputa sobre la ley tributaria emblemática del presidente estadounidense.
“Todos afirman que destruiré las empresas de Elon quitándole algunos, si no todos, los subsidios a gran escala que recibe del gobierno estadounidense. ¡No es así! Quiero que Elon y todas las empresas de nuestro país prosperen”, publicó Trump el jueves en redes sociales.
“Cuanto mejor lo hagan, mejor le irá a Estados Unidos, y eso nos beneficia a todos. Estamos batiendo récords cada día, ¡y quiero que siga así!”, añadió el presidente.
Las acciones de Tesla se hundían 8,6% a las 10:42 am en Nueva York durante la primera sesión bursátil desde que la empresa anunció una fuerte caída en sus ingresos y Musk advirtió que se avecinan tiempos difíciles para el fabricante de vehículos eléctricos. Hasta el cierre del miércoles, los títulos acumularon una pérdida de 18% en lo que va del año.
Estos comentarios marcan el último giro en la conflictiva relación entre dos de las figuras más influyentes del mundo, tras una disputa que llevó a Musk a lanzar ataques contra Trump y considerar la creación de un nuevo partido político. Trump respondió amenazando con rescindir contratos y eliminar subvenciones gubernamentales vinculadas a Musk.
Aunque ambos hicieron intentos por suavizar la tensión, el daño a los intereses comerciales de Musk ya estaba hecho. En su informe trimestral publicado el miércoles, Tesla citó la pérdida de subsidios para vehículos eléctricos y el aumento de aranceles, ambas impulsadas por medidas Trump, como factores que afectan negativamente a sus negocios de automóviles y energía.
Musk advirtió el miércoles que se avecinan tiempos difíciles para Tesla, afirmando que la compañía entrará en una fase de transición que podría durar más de un año, tras la eliminación de incentivos para vehículos eléctricos en EE.UU. y mientras se prepara para lanzar sus modelos autónomos.
“Probablemente tengamos algunos trimestres difíciles”, afirmó Musk. En mayo, Musk dejó su cargo en el gobierno, donde supervisaba la iniciativa de recorte de gastos de Trump, para centrarse en sus empresas, que tienen numerosos vínculos con el Estado.
SpaceX es un contratista clave del gobierno, tanto para la Nasa como para el Ejército. Tesla, la principal fuente de riqueza de Musk, se ha beneficiado durante años de un crédito fiscal de US$7.500 para compradores de vehículos eléctricos, así como de la venta de créditos regulatorios a competidores que buscan cumplir con las normas federales de emisiones y eficiencia.
Durante su disputa con Trump, Musk llegó a amenazar con retirar la cápsula Dragon de SpaceX, esencial para los vuelos tripulados de la Nasa a la Estación Espacial Internacional. Más adelante, retiró esa amenaza, y SpaceX continúa lanzando misiones Dragon con normalidad.
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