Donald Trump minimiza tregua entre Irán e Israel al irse de forma anticipada del G7

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abandonó anticipadamente la reunión de líderes del Grupo de los Siete en Canadá para tratar el conflicto entre Israel e Irán, minimizando las perspectivas de un alto el fuego en favor de “un final real”.

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Cuando los periodistas a bordo del Air Force One le preguntaron el martes qué implicaría eso, Trump respondió que el objetivo sería un fin permanente a la disputa nuclear con Irán.

"Un fin. Un fin real. No un alto el fuego. Un fin", dijo el presidente.

Trump no ha especificado claramente sus próximos pasos. Dejó abierta la posibilidad de nuevas conversaciones sobre las actividades atómicas de Irán tras cinco rondas anteriores, pero siguió insistiendo en la idea de que Teherán tiene la culpa de no haber llegado a un acuerdo que hubiera evitado los ataques de Israel.

El presidente dijo a los periodistas que "podría" enviar a un funcionario de alto nivel como Steven Witkoff, su enviado especial para Oriente Medio, o al vicepresidente J.D. Vance para reunirse con Irán, y agregó que "depende de lo que pase cuando regrese".

"Les dije que cerraran el trato, deberían haberlo cerrado", dijo cuando se le preguntó si estaba dispuesto a negociar con Irán. "Así que no lo sé", continuó Trump. "No estoy de muy buen humor para negociar".

Israel e Irán continuaron los ataques por quinto día consecutivo. Israel afirmó haber observado una disminución del fuego iraní el martes, y un portavoz militar indicó que se habían lanzado "unas pocas docenas" de misiles desde la medianoche, en comparación con los cientos registrados durante el fin de semana.

El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, Nadav Shoshani, atribuyó la reducción de los ataques a un bombardeo de 48 horas contra los depósitos y lanzadores de misiles iraníes.

“Los estamos interceptando en Irán ahora, en lugar de en nuestros cielos”, dijo a CNN.

Aun así, Israel's Oil Refineries Ltd. cerró su refinería después de que el complejo sufriera daños y tres empleados fallecieran, según informó la compañía el lunes. El complejo tiene una capacidad máxima de producción de cerca de 200.000 barriles de petróleo al día, y 70 % de sus productos se distribuyen en el mercado israelí, según su sitio web.

Effie Defrin, hablando también en nombre de las FDI, dijo que es demasiado pronto para evaluar el éxito de la actual campaña en Irán, pero que los ataques a las instalaciones nucleares del país se están “profundizando” cada día.

Aunque los mercados mundiales se han calmado desde que comenzaron las hostilidades el viernes con la ola inicial de bombardeos de Israel, todavía hay temores generalizados de que la guerra se extienda a otros países de la región productora de petróleo y gas.

La salida de Trump del G-7 se produjo tras otras 24 horas de intensos bombardeos, con Irán disparando misiles balísticos e Israel atacando objetivos en toda la República Islámica, incluida la capital, Teherán. El grupo de ataque del portaaviones USS Nimitz navega ahora hacia Oriente Medio antes de lo previsto, lo que supone el primer desplazamiento significativo de activos militares estadounidenses a la región desde el viernes.

“En pocas palabras, IRÁN NO PUEDE TENER UN ARMA NUCLEAR”, escribió Trump en una publicación anterior en redes sociales. “¡Lo he dicho una y otra vez! ¡Todos deberían evacuar Teherán inmediatamente!”.

No estaba claro si Trump sabía de una nueva ronda de ataques que Israel podría haber planeado contra la ciudad, que tiene una población de más de 9 millones.

Israel advirtió previamente a los residentes de un barrio de Teherán que evacuaran, y videos en redes sociales mostraron atascos de tráfico mientras la gente intentaba irse. Poco después de la publicación de Trump, la agencia de noticias iraní Fars informó de varias explosiones al este de la ciudad.

Las tensiones de larga data entre Irán e Israel estallaron en combates abiertos la semana pasada, cuando Israel lanzó ataques sorpresa contra instalaciones militares y nucleares iraníes y mató a altos comandantes y científicos atómicos. Desde entonces, ha alcanzado superioridad aérea sobre gran parte de Irán, lo que le permite bombardear importantes ciudades e infraestructuras a voluntad.

Para el gobierno iraní, el enfrentamiento plantea un dilema estratégico. No puede arriesgarse a parecer débil, pero sus opciones de represalia se están reduciendo. Y las fuerzas subsidiarias que apoya en la región se han visto ampliamente debilitadas por las guerras israelíes contra ellos desde octubre de 2023.

Más de 200 personas han muerto en Irán a causa de los ataques israelíes, según el último recuento oficial del gobierno iraní. En Israel, el gobierno afirma que 24 personas han muerto y más de 600 han resultado heridas.

Israel indicó que desea continuar su campaña por ahora, ya que busca frenar o destruir el programa nuclear iraní. Si bien Irán insiste en que no tiene planes de construir una bomba atómica, está enriqueciendo uranio mucho más allá de los niveles necesarios para fines civiles, como el abastecimiento de centrales nucleares.

“Quieren detener y seguir produciendo armas letales, tanto las armas nucleares que amenazan nuestra existencia como los misiles balísticos”, declaró el lunes el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. “Pero estamos comprometidos a destruir estas dos amenazas”.

“Si eso se puede lograr de otra manera, por favor, pero le dimos una oportunidad”, añadió.

En una llamada telefónica con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el lunes, el presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, dijo que su país responderá a los actuales ataques de Israel con represalias proporcionales.

"No buscamos intensificar el conflicto, pero responderemos a cualquier ataque en suelo iraní de una manera que les haga lamentarlo", dijo Pezeshkian.

Los ataques aéreos israelíes han asestado un duro golpe al programa nuclear iraní. El organismo de control atómico de las Naciones Unidas reportó daños en varios emplazamientos, incluyendo Natanz, una instalación clave de enriquecimiento de uranio. Sin embargo, expertos militares afirman que Israel necesita la ayuda de Estados Unidos para destruir Natanz y Fordow, otro emplazamiento atómico enterrado a gran profundidad.

Alex Pfeiffer, portavoz de la Casa Blanca, negó el lunes las afirmaciones en las redes sociales de que Estados Unidos se uniría a Israel en su ofensiva militar contra Irán.

“Las fuerzas estadounidenses mantienen su postura defensiva y eso no ha cambiado”, dijo en una publicación en X.