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La firma del presidente marcó un sorprendente giro en su postura, después de haber criticado duramente el intento de exigir la divulgación de los archivos del gobierno sobre Epstein
El presidente de EE.UU., Donald Trump, firmó una ley que obliga al Departamento de Justicia a divulgar los archivos sobre el fallecido y desacreditado financista Jeffrey Epstein.
Trump en anunció una publicación en redes sociales que firmó la legislación el miércoles, tras meses intentando bloquearla. La disputa exacerbó tensiones dentro de su propio partido y amenazó con socavar su agenda.
La firma del presidente marcó un sorprendente giro en su postura, después de haber criticado duramente el intento de exigir la divulgación de los archivos del gobierno sobre Epstein, un delincuente sexual condenado que enfrentaba cargos federales por tráfico de menores cuando murió en prisión en 2019.
La decisión llegó tras una abrumadora votación de 427 contra 1 en la Cámara de Representantes —donde un único legislador republicano fue el único voto en contra— y la aprobación unánime del Senado para enviar la medida al escritorio presidencial.
El episodio supone otro revés político para Trump, apenas dos semanas después de que su partido sufriera derrotas en elecciones estatales y locales en las que dominaron las preocupaciones sobre su agenda económica y el costo de vida. La prolongada disputa por los archivos de Epstein dejó al presidente en ocasiones luchando por retomar el control del relato político y buscando desviar la atención del escándalo.
Una encuesta reciente de CNN/Ssrs mostró que solo 37% de los estadounidenses aprueba la gestión de Trump. Ese nivel dificulta a muchos republicanos en funciones hacer campaña el próximo año basándose en su historial y que amenaza con generar daños dentro del partido.
El caso de los archivos de Epstein profundizó algunas de esas divisiones, ya que un grupo de republicanos disidentes —incluidos algunos de sus aliados más cercanos— presionó por mayor transparencia, lo que finalmente obligó a Trump y a los líderes republicanos a ceder a sus demandas. El presidente rompió públicamente con la representante Marjorie Taylor Greene, de Georgia, al retirar su apoyo a una legisladora que hasta entonces había sido una de sus más fieles seguidoras.
Solo cuatro de cada diez republicanos aprobaron la forma en que Trump manejó el asunto de los archivos de Epstein, según una encuesta de Reuters/Ipsos realizada en octubre.
El presidente ha reiterado que cortó vínculos con Epstein hace casi dos décadas y que no tenía conocimiento de las actividades del financista. Sin embargo, su firma probablemente no terminará en la controversia.
La ley exige la publicación de todos los archivos y registros, incluidos los de investigación, bitácoras de vuelo, registros de viajes, acuerdos de inmunidad, comunicaciones internas del Departamento de Justicia y todos los documentos relacionados con la muerte de Epstein en prisión en 2019. No obstante, aún no está claro cómo ni cuándo se harán archivos públicos.
Si bien Trump tiene la facultad de ordenar la divulgación de los archivos de Epstein sin necesidad de una ley del Congreso, hasta ahora no lo ha hecho.
El Departamento de Justicia ya ha iniciado una investigación —por orden de Trump— sobre los vínculos de Epstein con personas destacadas, entre ellos el expresidente Bill Clinton, el exsecretario del Tesoro Larry Summers, el megadonante demócrata Reid Hoffman y JPMorgan Chase & Co., una pesquisa que podría complicar los esfuerzos por hacer los documentos públicos.
El caso de Epstein ha suscitado durante años el interés de los aliados de Trump, quienes han promovido teorías conspirativas sobre su muerte y sobre las personas vinculadas a él, incluidas dudas sobre la naturaleza y la historia de la propia relación del presidente con el financiero.
Durante la campaña de 2024, Trump prometió divulgar los archivos de Epstein, pero en julio el Departamento de Justicia y la Oficina Federal de Investigaciones concluyeron que no se liberarían nuevos registros del conjunto de datos de 300 gigabytes que conforman los documentos. La fiscal general Pam Bondi declaró este año que no existían pruebas que justificaran cargos adicionales contra nadie más que Epstein.
Esa decisión provocó indignación en sectores de la base de Trump, una tormenta política que él intentó sofocar afirmando, sin evidencias, que los archivos de Epstein eran un “engaño demócrata” destinado a distraer de su agenda.
El domingo, en un giro inesperado, Trump instó a los republicanos a votar a favor de la ley que exige al Departamento de Justicia divulgar los archivos, asegurando que “no tenemos nada que ocultar y es hora de seguir adelante”.
Bondi declaró a los periodistas el miércoles que el Departamento de Justicia “cumplirá la ley, proporcionando la máxima transparencia y protegiendo a las víctimas”. Al ser consultada sobre qué había cambiado, respondió que “ha surgido nueva información”.
Clinton ha negado previamente tener conocimiento de los delitos de Epstein. Summers, profesor de la Universidad de Harvard, ha manifestado que lamenta su relación con el financista y que se retirará de compromisos públicos, incluido su papel como colaborador remunerado de Bloomberg Television, según confirmó un portavoz de Bloomberg News. JPMorgan ha llegado a múltiples acuerdos relacionados con sus vínculos con el delincuente sexual.
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