Trump defiende a los estudiantes extranjeros como "buenos" para las universidades

El presidente Donald Trump defendió la práctica de permitir que estudiantes extranjeros estudien en Estados Unidos como una "buena" práctica y rechazó el llamado a reducir su número, argumentando que sería financieramente perjudicial para el sistema de educación superior del país.

“No quiero recortar a la mitad de la gente, a la mitad de los estudiantes de todo el mundo que vienen a nuestro país, ni destruir todo nuestro sistema universitario; no quiero hacer eso”, dijo Trump en una entrevista con Laura Ingraham que se emitió el lunes en Fox News.

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“En realidad creo que es bueno tener países externos. Miren, quiero poder llevarme bien con el mundo”, agregó.

La presentadora de Fox News presionó repetidamente a Trump para que explicara por qué no reduciría el número de estudiantes de países extranjeros —en particular de China— que estudian en Estados Unidos; Ingraham lo presentó como una política que los partidarios del presidente respaldarían y un cambio que facilitaría la matriculación de los estadounidenses en las escuelas.

Trump argumentó que reducir el número de estudiantes extranjeros causaría un daño financiero al sistema universitario y llevaría a algunas escuelas, incluidas las instituciones históricamente negras, a "quebrar".

“Tenemos mucha gente que viene de China, siempre la hemos tenido, al igual que otros países. También tenemos un extenso sistema de universidades. Si lo redujéramos a la mitad, lo que tal vez alegraría a algunos, la mitad de las universidades de Estados Unidos cerrarían”, dijo Trump.

"Recibimos billones de dólares de los estudiantes. Como saben, los estudiantes que vienen de la mayoría de los países extranjeros pagan más del doble. Quiero que nuestro sistema educativo prospere", añadió. "No es que los quiera, sino que lo veo como un negocio".

Los comentarios de Trump contrastan con las políticas que su administración ha implementado contra los estudiantes internacionales. La administración ha revocado miles de visas, arrestado a estudiantes involucrados en actividades propalestinas e impuesto requisitos de solicitud más estrictos.

La administración también ha puesto la mira en instituciones de élite por su gestión de las solicitudes de estudiantes internacionales y su cumplimiento de las normas de visado. La Universidad de Harvard impugnó el intento de la administración de impedir que la institución admitiera estudiantes extranjeros. Un juez impidió que la administración aplicara la prohibición, pero Estados Unidos ha apelado esa decisión.

A principios de este año, Trump también anunció que comenzaría a revocar las visas de estudiantes chinos, una medida destinada a obtener ventaja en las negociaciones comerciales con Pekín, pero luego dio marcha atrás como parte de una tregua más amplia sobre aranceles y controles de exportación entre los dos países.

Las autoridades también han tomado medidas para reducir el número de estudiantes extranjeros como parte de un acuerdo propuesto con las universidades que les otorgaría acceso preferencial a fondos federales. Esta iniciativa, denominada “Acuerdo para la Excelencia Académica en la Educación Superior”, incluiría un límite máximo para los estudiantes internacionales, restringiendo el número de estudiantes de pregrado a no más de 15% del total de estudiantes con visa extranjera, y con un máximo de 5% de estudiantes provenientes de un mismo país.

A principios de este año, el secretario de Estado Marco Rubio ordenó a las embajadas estadounidenses de todo el mundo que dejaran de programar entrevistas para visas de estudiante; posteriormente, la administración las reanudó, pero con una revisión más estricta de los perfiles de redes sociales de los solicitantes.