MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Donald Trump, presidente de EE.UU
Agregue a sus temas de interés
La construcción naval comercial de Estados Unidos, que en su día fue líder mundial, se ha visto decaída desde la década de 1980
El presidente Donald Trump pidió el paso “gratuito” de barcos estadounidenses por los canales de Panamá y Suez, renovando su enfoque de expandir la influencia de Estados Unidos sobre vías navegables comerciales y navales críticas.
Si bien Trump comenzó a presionar para la salida de los operadores portuarios chinos del Canal de Panamá poco después de regresar a la Casa Blanca en enero, la publicación en su red social Truth Social del sábado también dirigió la atención al Canal de Suez, que atraviesa Egipto para unir el Mediterráneo y el Mar Rojo.
“Esos canales no existirían sin los Estados Unidos de América”, dijo Trump, añadiendo que le pidió al Secretario de Estado Marco Rubio que “se ocupe inmediatamente” de la situación.
La atención de Trump —con aranceles y otras medidas, como las tasas propuestas en los puertos estadounidenses— se ha centrado en el transporte marítimo comercial y la construcción naval china, con el objetivo final de promover la reactivación de la construcción naval estadounidense. El gobierno estadounidense argumenta que el dominio de China en la construcción naval se logró de forma injusta y perjudica los intereses estadounidenses.
La construcción naval comercial de Estados Unidos, que en su día fue líder mundial, se ha visto decaída desde la década de 1980 debido a los recortes de subsidios y a la competencia extranjera.
En febrero, Panamá prometió libre paso a los buques de guerra estadounidenses por el canal, utilizado principalmente por Estados Unidos y China, después de que Trump criticara la influencia china sobre la vía fluvial y amenazara con "recuperarla". Un plan de CK Hutchison Holdings Ltd. para vender sus activos portuarios panameños a un consorcio liderado por Blackrock Inc. se ha topado con la oposición de China y una disputa financiera con Panamá.
Solo en intereses, las naciones en desarrollo pagaron US$415.000 millones, recursos que dejaron de destinarse a servicios esenciales como educación, salud primaria o infraestructura básica
El índice califica el riesgo político en una escala de 0 a 100, donde 100 representa el riesgo máximo y el peligro inminente de colapso
Los niveles de empleo se mantuvieron prácticamente sin cambios, como consecuencia de la reticencia de las empresas a contratar
