Tesla enfrenta caída histórica de ingresos mientras Musk apuesta por los robotaxis

El negocio principal de fabricación de automóviles de Tesla enfrenta una perspectiva de deterioro, lo que proporciona una prueba importante de la capacidad del director ejecutivo Elon Musk para elevar el precio de las acciones con su visión de un futuro de conducción autónoma.

Se espera que el fabricante de vehículos eléctricos registre la mayor caída de ingresos en más de una década cuando presente sus resultados el miércoles, debido a la disminución de la demanda de productos Tesla. Y dado que los incentivos federales destinados a fomentar las ventas de vehículos eléctricos desaparecerán a finales de este año, es probable que la situación se complique aún más en los próximos meses.

Esto aumenta la presión sobre Musk para impulsar el programa de robotaxi de Tesla, que comenzó a operar de forma limitada en Austin el mes pasado. Se considera cada vez más que este impulsa el valor de las acciones de la compañía, que han subido 50% desde su mínimo de abril.

"Tesla, más que cualquier otra acción de gran capitalización, depende de la confianza de los inversores en la visión de futuro a largo plazo de la compañía", dijo Nicholas Colas, cofundador de DataTrek Research, quien pasó más de una década cubriendo la industria automotriz como analista.

Las ventas de Tesla se han visto afectadas por el envejecimiento de su plantilla y las críticas contra el papel de Musk en la administración del presidente estadounidense Donald Trump, donde se le encargó reducir drásticamente el gasto público. Las acciones también se han visto afectadas, con una caída de 31% desde su máximo de diciembre, cuando la proximidad de Musk con Trump se consideraba una ventaja para la compañía.

Aun así, las acciones de Tesla siguen estando altamente valoradas, en 142 veces las ganancias proyectadas, en comparación con 27 veces el índice Nasdaq 100, lo que refleja una desconexión significativa con las perspectivas financieras deterioradas de la compañía.

Wall Street ha recortado drásticamente sus estimaciones de beneficios para 2025 en 28% en los últimos tres meses, según datos recopilados por Bloomberg. Para el segundo trimestre, los analistas proyectan beneficios ajustados de 42 centavos por acción sobre unos ingresos de US$22.600 millones, 18% y 11% menos, respectivamente, que en el mismo periodo del año anterior. Esto representaría la mayor caída de las ventas trimestrales desde 2012.

Las acciones se negociaban con pocos cambios a las 9:45 am en Nueva York el miércoles, antes de los resultados que se publicarán después del cierre del mercado.

El negocio de fabricación de automóviles de Tesla, que generó 90% de los ingresos de la compañía en 2024 y contribuyó con 94% de su margen bruto, también se ha visto afectado por una pausa en la producción para reequipar las líneas de ensamblaje del rediseñado Model Y y la creciente competencia en China de las marcas locales.

Además, está la emblemática ley fiscal de Trump, que eliminará dos incentivos clave para la industria de los vehículos eléctricos. Un crédito fiscal de US$7.500, aplicable a la mayoría de los vehículos eléctricos fabricados en Estados Unidos, desaparecerá a partir de septiembre, al igual que un programa independiente que penalizaba a los fabricantes de automóviles tradicionales por incumplir las normas federales de ahorro de combustible. La venta de estos créditos generó US$2.800 millones de dólares en ingresos para Tesla el año pasado.

Sin embargo, los optimistas de Tesla se mantienen firmes. Casi la mitad de los analistas que siguen la compañía recomiendan comprar acciones, un valor que no ha variado desde principios de año.

El robotaxi es la razón principal del optimismo; Musk predice que cientos de miles de estos vehículos estarán en las carreteras a finales de 2026. Los inversores a largo plazo también señalan otras ambiciones futuristas, como el robot humanoide llamado Optimus, y la fe en que Musk puede seguir ampliando los límites de la innovación.

Aproximadamente 95% del precio de las acciones de Tesla está vinculado a lo que la compañía podría hacer en el futuro, según los cálculos de Colas de DataTrek. En comparación con el resto de las acciones de las llamadas Siete Magníficas, solo Nvidia y Microsoft se acercan, con 75% aproximadamente.

Tesla ahora aspira a llevar sus taxis sin conductor a California y Arizona. A principios de este mes, Musk afirmó que los robotaxis podrían lanzarse en el área de la Bahía de San Francisco "probablemente en uno o dos meses", a la espera de las aprobaciones regulatorias.

Pero la compañía se enfrenta a una fuerte competencia. Waymo, la unidad de vehículos autónomos de Alphabet, matriz de Google, ya opera un servicio similar en Los Ángeles, Austin, Phoenix y San Francisco. También acaba de empezar a ofrecer viajes a través de la plataforma de Uber Technologies en Atlanta, y se prevé que lleguen a Miami y Washington el próximo año. Por otra parte, Uber también se está asociando con el fabricante de vehículos eléctricos Lucid Group y la startup de tecnología de conducción autónoma Nuro para lanzar una flota de robotaxis.

Es este enfoque en el crecimiento a largo plazo lo que hace de Tesla la acción impulsada por una "historia" por excelencia, dijo Joseph Spak, analista de UBS.

“La historia de Tesla gira en torno a Musk”, afirmó Joe Gilbert, gestor de cartera de Integrity Asset Management. “Si logra transmitir al mercado la confianza de que ha vuelto a centrarse en los robotaxi y en la marca, la acción puede prosperar”.