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La compañía de ingeniería sueca Skanska anunció su salida de América del Sur a raíz de los líos de corrupción de los que fue acusada en Brasil, donde operaba con la firma Petrobras.
Según informó la cadena de radio escandinava Sveriges Radio, la petrolera brasileña está siendo investigada por sospechas de sobornos millonarios para obtener contratos sobre refinerías y oleoductos que Skanska estaba construyendo. El medio resaltó que ya son 20 los altos directivos de constructoras de Brasil que han sido detenidos por corrupción.
“Aunque ningún gerente de Skanska está en prisión, a la fecha, dos representantes de los socios de la firma en Brasil confesaron que pagaron sobornos a Petrobras para obtener contratos”, reseñó el medio.
Johan Henriksson, presidente de la compañía en América Latina, resaltó ante los medios suecos que el ambiente en el continente suramericano tiene corrupción, así que, por supuesto, era muy difícil trabajar.
Además, recalcó que la firma lleva una investigación propia para analizar la procedencia de los sobornos reseñados.
Skanska llegó a la región hace más de 60 años, operando en Argentina, Brasil, Chile, Perú, Venezuela y Colombia.
En el continente trabajaba como contratista de obras y servicios en diseño, construcción, operación y mantenimiento de proyectos de petróleo, gas, energía, minería e infraestructura.
En el mercado colombiano la sueca inició operaciones en 2011, catalogando el desembarco en el país como uno de los “logros más importantes de la unidad de negocios”.
En 2013 se dio uno de los acuerdos comerciales con mayor impacto en el país con la concesión de un contrato de operación y manutención de 73% de los campos petroleros que Ecopetrol tenía en Casanare, el cual estuvo valorado en US$51 millones. La operación de estos 22 pozos estaba definida hasta 2017, por lo que LR contactó al gerente de Skanska Colombia, pero el directivo no respondió, ya que no estaba en el país.
Firma construyó hidroeléctrica en Colombia en los 90
La incursión de Skanska en el mercado colombiano se realizó en la década de los años 90 cuando la firma, en compañía de Coinciviles construyó la hidroeléctrica de Urrá. La compañía europea desistió de seguir invirtiendo en el país debido a que sufrió el secuestro de tres de sus empleados extranjeros entre 1994 y 1997. En 2001 el Gobierno Nacional invitó a Skanska a licitar en el Túnel de la Línea, pero la negociación nunca se concretó por lo que la multinacional salió del país hasta 2011.
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