Se reanuda el juicio por el golpe de Estado del expresidente brasilero Jair Bolsonaro

La Corte Suprema de Brasil está cerca de emitir un veredicto en el caso histórico contra Jair Bolsonaro, la primera vez que un expresidente es juzgado por cargos de intento de golpe de Estado en la nación más grande de América Latina.

Un panel de cinco jueces reanudó el juicio el martes por la mañana en Brasilia, donde comenzaron a votar sobre la culpabilidad de Bolsonaro por conspirar para aferrarse al poder tras su derrota electoral de 2022. Según la fiscalía, la conspiración incluía planes para asesinar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, al vicepresidente Geraldo Alckmin y al juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes.

Moraes emitirá la primera votación. Se requiere una mayoría para condenar o absolver a Bolsonaro, y dado que cada votación puede durar horas, el veredicto podría llegar en cualquier momento entre el martes y el viernes, fecha prevista para la conclusión del juicio.

Las autoridades han calificado el caso como un momento histórico para la democracia de Brasil, una nación que ha experimentado más de una docena de intentos de golpe de Estado pero nunca ha procesado a un alto funcionario por participar en uno.

Es probable que esto tenga ramificaciones tanto a nivel nacional como internacional, transformando potencialmente el panorama electoral de 2026 y atrayendo la atención de Donald Trump. El líder estadounidense ha impuesto fuertes aranceles a muchos productos brasileños y sanciones a Moraes en un intento de detener el juicio que ha descrito como una " cacería de brujas ".

Bolsonaro, excapitán del Ejército que gobernó Brasil entre 2019 y 2022, enfrenta cinco cargos relacionados con la presunta conspiración. Niega haber actuado mal y ha acusado al tribunal de persecución política. Podrá apelar el veredicto de culpabilidad.

Los presuntos delitos conllevan una pena máxima de 43 años de prisión. En caso de condena, los cinco jueces celebrarían una votación posterior para fijar la sentencia. Bolsonaro, de 70 años, se encuentra bajo arresto domiciliario desde principios de agosto.

El caso surge de una investigación sobre el intento de insurrección del 8 de enero de 2023 en Brasilia, donde miles de partidarios de Bolsonaro irrumpieron en edificios federales mientras instaban a los militares a derrocar a Lula una semana después de que asumiera el cargo.

Los disturbios ocurrieron casi dos años después de los ataques al Capitolio de Estados Unidos tras la derrota electoral de Trump en 2020. Trump enfrentó posteriormente cargos de conspiración ilegal para obstruir la votación, pero la fiscalía los retiró tras su victoria en las elecciones de 2024, citando la política del Departamento de Justicia contra el procesamiento de un presidente en ejercicio.