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La ampliación y la compra de Popular convencen a los inversores. Bankinter, a punto de llegar a sus mejores registros en una década.
Europa está preocupada por sus bancos; por su capacidad de resistencia y su rentabilidad. ¿Qué le lleva a ello? El precio que les dan los inversores en Bolsa es una de las métricas de alarma. «El valor en libros al que cotizan los bancos europeos es todavía inferior a uno», resaltó este miércoles en un discurso Danièle Nouy, presidenta del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo. «Es un signo claro de que los inversores ven un problema».
Si el análisis de Nouy es acertado, Santander ha dejado de estar en el grupo de los bancos débiles a ojos del mercado. La entidad presidida por Ana Botín ha logrado recuperar su valor en libros en Bolsa y cotiza en estos momentos a 1,001 veces su valor contable. Los inversores consideran que Santander ya no merece la penalización de cotizar en Bolsa con descuento sobre los activos que tiene.
No ha sido fácil para Santander alcanzar esta cifra redonda. La última vez que pudo lucirla fue en 2014 y desde entonces no ha vuelto a tenerla a tiro. Sus mínimos, en 2016, rozaron las 0,5 veces.
La ampliación de capital realizada este verano, con la que se ha inyectado más de 7.000 millones de euros en capital, y la rentabilidad que puede obtener a la compra de Popular son las razones que están detrás del salto de Santander al grupo de los bancos más solventes, según fuentes del mercado. Pero el logro puede ir más allá. Los niveles que el banco cántabro consiguió registrar en 2014 llegaron en el mejor momento a 1,04 veces su valor en libros, así que ahora no está lejos de alcanzarlos. Si los supera, Santander cotizaría en Bolsa a sus múltiplos más altos desde el año 2000, según los registros de Bloomberg.
La mitad a cada lado
Con el salto de Santander de uno a otro lado de la línea, el sector bancario español se coloca al 50% entre los que cotizan con descuento y los que lo hacen con prima sobre su valor en libros.
A la cabeza se sitúa Bankinter, que hace mucho que dejó atrás la unidad y ahora enfila duplicar su valor en libros. Por ahora está en 1,81 veces y se encuentra muy cerca de superar sus máximos de 2017 y alcanzar su cota más alta en una década.
El siguiente en la lista es BBVA. La nota que le ponen los inversores es 1,05 veces su valor en libros. A partir de ahí un ligero empujón puede llevar al banco por encima de sus máximos de 2014, aunque ese impulso tendría que ser bastante mayor para ganar el pico de 2008, en el que rozó las 1,4 veces de valor en libros en Bolsa.
CaixaBank está muy cerca de BBVA, a 1,049 veces, y a poco que mantenga su actual evolución en el mercado tiene al alcance de su mano situarse en niveles no vistos en mucho tiempo.
Hasta ahí llegan los bancos españoles que Danièle Nouy consideraría aprobados. Hacia abajo están los suspensos.
Hay dos que lo están por poco. Bankia es uno de ellos; el otro, Sabadell. El primero está en 0,95 veces; el segundo, en 0,8. Y ambos con una evolución positiva en Bolsa en las últimas semanas que pueden servir de punto de apoyo para asaltar la unidad, sobre todo si los resultados de 2017 y los planes estratégicos que presentarán en los próximos días convencen a los inversores.
Más lejos está Unicaja, que cotiza con un descuento importante: está a 0,6 veces su valor en libros, aunque también con una tendencia al alza continuada. No puede decir lo mismo Liberbank. La entidad de origen asturiano cotiza a 0,34 veces su valor en libros, muy lejos del 0,9 que rozó en 2014.
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