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Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España
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La relación de Sánchez con el sector empresarial ha estado plagada de controversias desde que llegó al poder hace cinco años
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo que su Gobierno se comprometerá más con las empresas más importantes de España para ayudar a crear nuevas oportunidades en industrias como la ciberseguridad, la inteligencia artificial y la defensa.
En una entrevista con Francine Lacqua, de Bloomberg Television, Sánchez, de 51 años, dijo que quiere reforzar la cooperación con el sector privado, citando como ejemplos una inversión estatal en el operador de telecomunicaciones Telefónica SA y planes para construir la empresa de defensa Indra SA.
"Es importante que construyamos esta relación pública y privada para hacer frente a estos retos comunes", dijo Sánchez a Bloomberg Television en el Foro Económico Mundial de Davos, antes de una reunión más tarde el miércoles con ejecutivos españoles que asisten a la conferencia.
La relación de Sánchez con el sector empresarial ha estado plagada de controversias desde que llegó al poder hace cinco años debido a su alianza con el grupo de extrema izquierda Sumar, y su último gobierno ha vuelto a enemistarse con los ejecutivos.
El mayor grupo de presión empresarial de España arremetió contra el Presidente del Gobierno por conceder una amnistía a cientos de separatistas catalanes para asegurarse su apoyo tras las elecciones de julio, que no resultaron concluyentes. Su plan de ampliar los impuestos extraordinarios a bancos y empresas energéticas también puede irritar a los líderes empresariales.
"Fue una respuesta concreta a una crisis concreta que sufrimos por la guerra de Putin en Ucrania", dijo el miércoles, añadiendo que su relación con el mundo empresarial es "muy positiva".
Sánchez se reunirá en Davos, tras su discurso inaugural, con líderes empresariales como la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, y el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz. También se espera la asistencia de Rafael del Pino, Presidente de Ferrovial SA, Francisco Reynes, Presidente de Naturgy SA, e Ignacio Sánchez Galán, Presidente Ejecutivo de Iberdrola SA.
El impulso a la cooperación con los líderes empresariales se produce apenas un mes después de que el Gobierno anunciara que comprará una participación en Telefónica SA para contrarrestar los planes de Arabia Saudí de crear una posición. Sepi, el vehículo de inversión del gobierno, comprará hasta el 10% de las acciones de la compañía y podría convertirse en el mayor accionista de la empresa.
"Tenemos unas relaciones extraordinarias con las autoridades saudíes y esperamos reforzar esa cooperación", dijo Sánchez.
La decisión de Telefónica indica que el Estado está "más dispuesto a intervenir en casos de inversión extranjera directa, en determinados sectores que se consideran estratégicos, de países que se perciben como menos alineados con España", dijo Federico Santi, analista de Eurasia Group.
Sin embargo, Sánchez y su gobierno han tenido repetidos enfrentamientos con las grandes empresas. Se enfrentó a Ferrovial SA por su decisión de trasladar su domicilio social a Holanda.
Nadia Calvino, ministra de Economía en aquel momento, calificó el plan de "error", mientras que Sánchez cuestionó el compromiso del presidente del Pino con España. La decisión de Sánchez en 2022 de imponer impuestos extraordinarios a bancos y empresas energéticas para ayudar a financiar la respuesta del Gobierno a la crisis del coste de la vida desató tensiones con las mayores empresas del país.
El presidente de Iberdrola, la mayor empresa eléctrica de España, dijo que el gravamen era injusto por dirigirse a las compañías eléctricas, mientras que el ex consejero delegado del Banco Santander, José Antonio Álvarez, afirmó que estigmatizaría al sector bancario. El consejero delegado de Repsol, Imaz, también criticó el impuesto en una inusual columna de opinión en la que lo calificó de "discriminatorio" y dijo que el Gobierno debería gravar a los ricos.
En aquel momento, Sánchez dijo que la desaprobación del plan por parte de los líderes empresariales era una señal de que iba "en la buena dirección".
El año pasado, Repsol amenazó con trasladar fuera de España proyectos de inversión en hidrógeno limpio por valor de 1.500 millones de euros (US$1.600 millones) después de que el Gobierno decidiera prorrogar el impuesto otros dos años.
Sánchez también ha recibido críticas de las empresas recientemente por subir el salario mínimo otro 5% en 2024. La confederación Ceoe se retiró de las negociaciones, alegando que el Gobierno estaba chantajeando a los grupos industriales para sacar adelante la subida.
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