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Podría ser derrocada con 158 votos
El panorama de negociación se complica para Theresa May. Además de las renuncias de siete funcionarios del gabinete tras el acuerdo del Brexit concertado ayer, la división del Partido Conservador no tiene confianza en sus políticas dentro del caso. Sin embargo, la primera ministra del Reino Unido se mantendrá en su cargo.
Durante la rueda de prensa tras la audiencia con el Parlamento, May destacó que "la negociación entre el Reino unido y la Unión Europea toca casi todas las áreas de nuestra vida. Mi prioridad es el interés nacional primero, y por ello nuestra integridad como Reino Unido está segura".
Acerca de las renuncias de diferentes miembros de su Gobierno, la mandataria afirmó que "lamenta" su salida, pero añadió que "deben hacer lo que crean correcto".
La primera renuncia que se registró hoy fue la del secretario de Estado para Irlanda del Norte, Shailesh Vara. Posteriormente, el ministro para el Brexit, Dominic Raab, y su número dos, la secretaria de Estado para el Brexit, Suella Braverman, abandonaron sus puestos.
Más adelante, la ministra de Trabajo y Pensiones, Esther McVey, junto a los secretarios parlamentarios, Anne-Marie Trevelyan y Ranil Jayawardena, y el vicepresidente del Partido, Rehman Chisti, anunciaban su intención de dejar el Gobierno.
Además, la estrategia de May no ha estado exenta de dudas por parte de la oposición en el Parlamento, factor que ha aumentado el riesgo de que el Reino Unido abandone la Unión Europea el próximo 29 de marzo sin ningún tema definido.
"Desde el inicio, se que quiero lo mejor para los británicos: control total de nuestras fronteras, de nuestro dinero y nuestras leyes. Esto es lo que este acuerdo entregará", dijo May durante su intervención.
Sin embargo, el cabecilla del ala más conservadora del Parlamento, Jacob Rees-Mogg, señale que el borrador del acuerdo presentado ayer es ""peor de lo anticipado", por lo que presentó una carta pidiendo un voto de no confianza para May.
Para que la primera ministra sea derrocada, se necesitan 158 votos de 315 de sus legisladores. Además, su capacidad de poder quedaría en tela de juicio si 48 conservadores redactan documentos similares al que presentó Rees-Mogg.
May también subrayó que "es consciente" de que algunos miembros del Gobierno británico "no están felices" con los compromisos señalados en el acuerdo presentado ayer, pero señaló que "a veces deben tomarse decisiones difíciles e incomodas".
Sobre el futuro del Brexit, explicó que "si no seguimos adelante con este acuerdo, no sabemos que consecuencias pueda haber".
En el acuerdo que el gabinete de May revisó ayer, los tres ítems de mayor prioridad para el "Brexit" son un cuerdo financiero entre Reino Unido y UE para cumplir los compromisos acordados, la definición de derechos post-Brexit de los ciudadanos de la UE en el Reino Unido y los ciudadanos británicos en el continente, además de un mecanismo de prevención para una "frontera dura" en la isla de Irlanda.
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"Países expuestos a mercados de materias primas con elasticidades relativamente bajas, en especial los metales, podrían requerir colchones fiscales y espacio en su política monetaria", sostuvo el informe.
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