Polígrafo, un instrumento para recuperar valores

El título de esta nota tal vez le parezca extraño, pues cuando se habla de pruebas de polígrafo o del detector de mentiras, como se le conoce popularmente, inmediatamente pensamos en una tecnología diseñada para descubrir quién dice la verdad y quién miente frente a unos hechos que se están investigando.

Pero para Bernardo Ferro Tovar, un administrador de empresas especializado en sicofisiología y dedicado desde hace 16 año a colaborar a través de su compañía, en los procesos de selección de empleados de todos los niveles y a descartar inocentes en los casos de fraudes y robos que se presentan, “los colombianos venimos de una cultura en la que tomar cosas que no nos pertenecen, no significa robar, por lo que si en los procesos de selección se descartara a todo aquel que alguna vez en su vida se ha equivocado, las empresas se quedarían sin trabajadores, pues es imposible conseguir gente que sea perfecta”, afirma.

De ahí que lo que se busca al aplicar el polígrafo en los procesos de selección, es detectar las debilidades que la persona presenta frente a los principales valores y generar conciencia de la imperiosa necesidad de recuperarlos. Se parte del hecho de que quien tiene el valor de reconocer que está equivocado, debe ser capaz de cambiar. Por lo general, quien reconoce sus errores, lo piensa muchas veces antes de volverse a equivocar. Ferro afirma que lo que se está evaluando mediante el uso del polígrafo, son fundamentalmente los niveles de actitud de cambio que presenta la persona, frente a sus errores del pasado.

El polígrafo también es un instrumento de enorme utilidad en las empresas cuando se presentan casos de fraudes, robos de inventarios, cheques, etc., y su aplicación puede convertirse en la tabla de salvación para todos aquellos que son inocentes. Cuando se descubre a la o las personas que estuvieron involucradas en algún ilícito, los profesionales en la aplicación del polígrafo se concentran en descubrir la forma como se llevó a cabo el hecho, para que la empresa pueda implantar los controles necesarios para impedir que una acción igual llegue a repetirse. También se concentran en determinar qué llevó a esos empleados a cometer la acción que se investiga.

En estos casos es importante aclarar, que el polígrafo solo puede ser aplicado a las personas que de manera voluntaria acepten someterse a la prueba y que los resultados de la misma no pueden ser utilizados como prueba en ningún proceso judicial, por lo que la empresa no puede despedir, con justa causa a nadie, basada en los resultados de la aplicación del instrumento.

No obstante, si se tiene en cuenta que en los casos de fraudes y robos, nuestra justicia actúa con desesperante lentitud e ineficacia, la aplicación del polígrafo se convierte en una alternativa recomendable para poder descubrir a los responsables, detener sus acciones, descartar a los inocentes, tomar las decisiones necesarias para evitar que los hechos se repitan y generar conciencia de la necesidad de recuperar y fortalecer los valores por los cuales propende la compañía.

Muchas empresas aplican periódicamente el polígrafo a empleados que ocupan cargos críticos en los que la venta de información, secretos industriales o grandes y costosos inventarios podría llegar a causar enormes pérdidas y hasta el cierre de la compañía. Del mismo modo, el polígrafo se aplica a los miembros de las Fuerzas Armadas, así como a los pilotos y tripulaciones en las aerolíneas, empleados de multinacionales y empresas de todo tipo, que ven en este instrumento importante que pueden utilizar en estos tiempos en que los valores se han resquebrajado tanto, nos frente a un proceso de paz en que la reinserción será muy importante y necesitamos poder confiar en los trabajadores que contratemos.

De acuerdo con la experiencia del doctor Ferro, el polígrafo se aplica de forma obligatoria en Estados Unidos a las personas que han salido en libertad bajo fianza y en los casos de violación de menores; México, por su parte, está a la vanguardia en su uso Latinoamérica, mientras que en Venezuela está prohibido por la Constitución. Dada la confiabilidad creciente de la aplicación profesional del polígrafo, es de esperarse que se convierta en una herramienta cada vez más común en nuestro medio.