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El West Texas Intermediate continuó estable por debajo de los US$77 el barril después de hundirse más de 8% en las dos sesiones anteriores
El petróleo se mantuvo cerca del nivel más bajo desde principios de enero debido a que las preocupaciones por la recesión, una política monetaria más estricta y un repunte del dólar empañaron las perspectivas de la demanda de energía y mermaron el apetito por los activos de riesgo.
El West Texas Intermediate se mantuvo estable por debajo de los US$77 el barril después de hundirse más de 8% en las dos sesiones anteriores. Un indicador de Bloomberg de la moneda estadounidense estuvo cerca de un récord después de subir durante cinco días, lo que hizo que las materias primas, incluido el crudo y el cobre, fueran más caras para la mayoría de los compradores.
Un desfile de formuladores de políticas de la Reserva Federal señaló que se esperaban más aumentos de tasas, con la necesidad de controlar la inflación a costa de una desaceleración. Entre ellos, la presidenta del Fed Bank of Cleveland, Loretta Mester, dijo que los funcionarios deberán mantener la política restrictiva por más tiempo.
El índice de referencia del petróleo de EE. UU. está en camino de su primera pérdida trimestral en más de dos años debido a la preocupación de que el consumo de energía caiga incluso cuando la guerra de Rusia en Ucrania se prolongue. La caída puede incitar a la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados a considerar reducir el suministro para detener la derrota.
Los diferenciales de tiempo ampliamente observados han disminuido, lo que sugiere que la rigidez del mercado se está disipando gradualmente. El diferencial inmediato del Brent, la diferencia entre los dos contratos más cercanos, fue de US$1,21 el barril, en comparación con los US$2 de hace un mes.
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