Este jueves debería asumir Chávez y la incertidumbre crece por las trampas a la Constitución
La atención en Venezuela pasó más a las rencillas y los movimientos de ajedrez que realizan los hombres fuertes de la interna chavista que a la propia salud del presidente electo, Hugo Chávez, que mantiene en vilo al país, ya no solo por su futuro, sino por lo que implica la aplicación de las normas constitucionales en el caso de que no pueda jurar el inicio de su nuevo mandato este jueves, algo que ya fue descartado.
El hermetismo oficial sobre el estado del líder, más las filtraciones de algunas noticias publicadas por periodistas o médicos a través de la red social Twitter, han contribuido a muchas especulaciones, al descreimiento y a la expectativa por lo que puedan hacer las autoridades, quizá apartadas de la Constitución venezolana, según algunos analistas y detractores del chavismo.
Ese terreno se ha convertido en campo fértil para la oposición, aunque no tanto para sacar rédito electoral, sino para ubicarse en un pilar ético desde el que exige transparencia, verdad y un proceso apegado a las reglas.
Las palabras del vicepresidente Nicolás Maduro, elegido por Chávez como su sucesor y para quien pidió el apoyo del pueblo en caso de que él ya no estuviera, han abonado ese terreno para que las disputas internas crezcan y las críticas opositoras se envalentonen.
La pulseada está entre Maduro y el presidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento unicameral), Diosdado Cabello. La Constitución venezolana dice que si el presidente electo no puede jurar el 10 de enero, el mando deberá tomarlo el titular de la AN, pero que si la falta del mandatario se produce en los cuatro primeros años de presidencia, del período de seis, quien debe tomar las riendas del país es el vicepresidente.
En cualquier caso, quien asuma la responsabilidad deberá llamar a elecciones en un plazo de 30 días.
Pero también en torno a esa decisión hay temor en la oposición. El dirigente Julio Borges, del partido Primero Justicia, liderado por Henrique Capriles, dijo que Maduro y Cabello pretenden llenar con odio y miedo el “hueco” que supone en el partido de gobierno la ausencia de Chávez. Asimismo, subrayó que el vicepresidente lidera un grupo dentro del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) empeñado en que Cabello no asuma la jefatura del Estado en caso de que Chávez no jure este jueves el mandato presidencial 2013-2019, que ganó en los comicios del pasado 7 de octubre. Maduro y su grupo se “niegan a toda costa que el próximo presidente interino sea Cabello”, porque defienden “la tesis de la continuidad” del Ejecutivo, del cual el primero es el vicepresidente, dijo Borges.
Asimismo, dijo que el señalado por Chávez como sucesor no confía en el presidente de la AN y que su nueva designación ha sido un reparto de poder, pero que ahora dudan del cumplimiento de la otra parte.
“El miedo que le tiene Maduro a Diosdado Cabello es de tal magnitud que no se atreve siquiera a dejarlo a cargo, porque si asume Cabello el Ejecutivo, piensan que no los ratificará en las posiciones que tienen”, insistió Borges.
Este miedo “entre ellos mismos, entre fracciones del PSUV –prosiguió–, nos parece verdaderamente cruel que esté sucediendo justamente en el momento en que el presidente está enfermo”.
Acompañado por varios diputados de la alianza Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Borges aseguró en la noche del sábado pasado que la elección de las autoridades en el Legislativo respondió a un reparto de poderes en el seno del PSUV.
La MUD estudiaba anoche los posibles escenarios del 10 de enero y trataba de definir una estrategia al respecto en función de los procedimientos del gobierno.
Por otro lado, Borges, coordinador de Primero Justicia, convocó a una rueda de prensa este domingo y señaló que Maduro y Cabello están tratando de ocupar un cargo que “les queda grande” e instó a que haya diálogo y una salida apegada a la Constitución.
Sin embargo, fue duro con el oficialismo y advirtió que la oposición no estaba dispuesta a ceder.
“Si esos dos dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela piensan que el hueco de liderazgo que tienen lo van a llenar con odio y con miedo están equivocados; si van a elegir el odio y el miedo para tratar de ocupar un cargo que les queda grande, están equivocados”, sostuvo Borges. Asimismo, señaló que “tiene que haber entendimiento, diálogo, cumplimiento de la Constitución y resplandor de la verdad” entre los seguidores de Chávez, pero que eso no es posible porque Maduro y Cabello “llenan su propia incapacidad y falta de liderazgo apelando al radicalismo, al miedo y al odio”.
El dirigente opositor tildó de “cantinflada” que el PSUV pretenda que Maduro siga de vicepresidente y alegue que sea así “porque el 10 de enero termina este período presidencial y porque el 10 de enero comienza otro período, pero sin embargo continúa el mismo gobierno”.
Borges realizó esos comentarios en referencia a los dichos de Maduro, quien descartó disputas en el PSUV y subrayó que Chávez “seguirá siendo presidente de la República más allá del día 10 de enero”. Maduro dijo que si el presidente no puede cumplir con el “formalismo” de jurar ese día el cargo, lo hará posteriormente ante el Supremo.
Al respecto, Borges recordó que la oposición “nunca ha tenido duda de que el presidente sigue siendo presidente después del 10 de enero”, pero sí que en caso de que Chávez no pueda llegar a su juramentación sea Maduro quien lo sustituya.
“Lo que toca por la Constitución es que, no estando el presidente, a quien le toca sustituirlo es a la otra persona elegida por votos, que es el presidente de la AN”.
