El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió el sábado que Siria tendrá que rendir cuentas si no cumple su compromiso de entregar sus armas químicas, en medio de las interrogantes acerca de cómo se aplicará el acuerdo que lograron Washington y Moscú sobre el tema.
En un comunicado, Obama dijo que tener el marco de un acuerdo era un paso importante y concreto para que las armas químicas de Siria estén bajo control internacional para que finalmente sean destruidas. El acuerdo surge tras las conversaciones en Ginebra entre el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y el canciller ruso, Sergei Lavrov.
"Aunque hemos logrado progresos importantes, queda mucho trabajo por hacer", dijo el mandatario.
Obama ha sido criticado por su manejo y por su confusa retórica sobre la crisis en Siria.
Primero, el mandatario envió sus fuerzas al borde de una ofensiva militar por el ataque químico del 21 de agosto, que Washington atribuye al Gobierno de Bashar al-Assad.
Posteriormente, pidió al Congreso estadounidense que lo autorizara a atacar pero menos de una semana después solicitó a los legisladores que pospusieran una votación para darle más tiempo a la diplomacia.
Ahora Obama enfrenta las interrogantes acerca de cómo se aplicará el acuerdo, luego de que altos funcionarios del Gobierno dijeron el viernes que Estados Unidos no insistirá en que se incluya el uso de fuerza militar entre las consecuencias que Siria enfrentaría en una resolución que se está negociando en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
"Sin la amenaza de fuerza, no me queda claro cómo será posible que Siria cumpla bajo los términos de cualquier acuerdo", dijo el senador republicano Bob Corker.
En su comunicado, Obama insistió en que Estados Unidos "sigue preparado para actuar" ante un potencial fracaso de los esfuerzos diplomáticos.
Obama dijo que Estados Unidos trabajará con Rusia, Gran Bretaña, Francia y Naciones Unidas para "asegurar que ese proceso sea verificable, y que existan consecuencias si el régimen de Assad no cumple con el marco de trabajo acordado hoy (sábado)".
"Debido en parte a la amenaza verosímil de la fuerza militar estadounidense, ahora tenemos la oportunidad de lograr nuestros objetivos mediante la diplomacia", agregó.
El Pentágono dijo que las fuerzas militares de Estados Unidos todavía se encuentran posicionadas para un posible ataque militar contra Siria.
"No hemos hecho ningún cambio en nuestra postura de fuerza hasta este punto", dijo el portavoz del Pentágono, George Little, en un comunicado.