Negocio de Uber ahora depende de tres millennials de Bain & Co.

Oficialmente, Uber será administrada por un comité de 14 personas hasta el regreso del CEO Travis Kalanick, quien está de permiso después de que un par de investigaciones sobre el ambiente en el lugar de trabajo encontraron decenas de reclamaciones de recursos humanos mal manejadas durante su gestión. Pero gracias a una estructura corporativa que estableció en 2013, tres personas en ese comité estarán a cargo de las principales operaciones de Uber. Su trabajo representa casi todos los ingresos que la empresa genera.

Antes de unirse a Uber, los gerentes de las tres regiones eran socios consultores de Bain & Co. Rachel Holt se unió en 2011 para ayudar a poner los primeros automóviles en las calles en Washington, D.C., la sexta ciudad de Uber. Al año siguiente, Andrew Macdonald fue contratado para hacer lo mismo en Toronto, mientras que Pierre-Dimitri Gore-Coty supervisó las operaciones en Francia.

Holt, de 34 años, dirige ahora el negocio de Uber en Estados Unidos y Canadá, que el año pasado generó cerca de US$10.000 millones en reservaciones brutas y fue, durante un corto tiempo, rentable. Macdonald, de 33 años, supervisa Asia y América Latina, los mercados de más rápido crecimiento. Gore-Coty, de 32 años, tiene Europa, Oriente Medio y África.

Cada gerente regional opera con una autonomía significativa. Ayudan a determinar los precios en sus ciudades y los gastos de reclutamiento de conductores. Las regiones tienen sus propios departamentos de marketing y representantes de servicio al cliente. También tienen la palabra final en muchas de las decisiones legales y de productos en sus territorios.

A pesar de la reciente turbulencia, el negocio de Uber parece seguir su curso. Las reservaciones crecieron 8,7 por ciento a US$7.500 millones el trimestre pasado, mientras que las pérdidas se redujeron. Sin embargo, no puede ir en piloto automático: la turbulencia abre oportunidades para que competidores recauden dinero, recluten y quiten cuota de mercado al líder global de los traslados privados.

No tener un CEO podría generar desafíos. Kalanick a veces alentaba el conflicto entre sus feudos e inmortalizó su filosofía en una serie de valores de la compañía, incluyendo "meritocracia y meter el pie" y "confrontación de principios". Conforme Uber trabaja en reformar su erróneo sistema de valores, viejos hábitos podrían surgir en la nueva estructura de administración. Hay tensiones continuas entre los leales a Kalanick y quienes les gustaría que dejara la empresa, según dos personas familiarizadas con el asunto que pidieron no ser identificadas hablando sobre asuntos internos.

Desde marzo, Uber ha buscado activamente un director de operaciones que pueda servir de socio a Kalanick cuando regrese. Esta persona se encargaría de buena parte del manejo del día a día de la compañía, y dejaría las decisiones más estratégicas al CEO, de 40 años de edad. Uber también está buscando un director de marketing, un director financiero, un consejero general y un presidente del consejo de administración.