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La sorpresa generalizada entre los inversores por las cifras avanzadas se ha traducido en una oleada de compras en su cotización.
Los mercados aguardaban con especial expectación los resultados del mayor banco alemán, programados para el 25 de julio. Después de encadenar tres años consecutivos de pérdidas, sus cuentas del segundo trimestre podrían ser claves para determinar si su cotización podría cortar su desplome de nuevo hacia zona de mínimos históricos.
Su valor en Bolsa se había desinflado hasta el umbral de los US$29.300 millones, tres veces menos que Santander y prácticamente en línea con la capitalización de CaixaBank (US$25.700 millones).
Para sorpresa de inversores y analistas, Deutsche Bank ha publicado hoy un avance de los resultados correspondientes al segundo trimestre del año. La sorpresa ha sido aún mayor con las cifras aportadas por el grupo alemán.
Deutsche Bank pronostica ahora un beneficio trimestral antes de impuestos de unos US$820 millones y un beneficio neto próximo a los US$468 millones.
Estos números duplican con creces las estimaciones que barajaban los analistas: US$376 millones en el beneficio antes de impuestos y US$186 millones en las ganancias netas.
Las únicas cifras que se han ajustado en mayor medida a las previsiones de los analistas han sido las de ingresos. El banco augura unos ingresos de US$7.735 millones, ligeramente por encima de los US$7.500 millones que anticipaba el consenso del mercado.
La sorpresa generalizada entre los inversores por las cifras avanzadas por el grupo alemán se traduce en una oleada de compras en su cotización. Las acciones de Deutsche Bank se disparan hoy con subidas que rozan, por momentos, el 10%.
Gracias a este acelerón, sus acciones consiguen superar con creces el umbral de los US$11,7. En su escalada, Deutsche Bank logra alejarse de sus mínimos históricos, registrados hace dos años, cuando llegó a bajar del nivel de los US$7,03.
La remontada en Bolsa de Deutsche Bank se había reforzado en el comienzo el segundo semestre del año con las informaciones sobre la posible entrada de nuevos accionistas de referencia a su capital. Según publicó la prensa alemana, el estadounidense JPMorgan y el el grupo chino ICBC podrían estar interesados en tomar una participación en la entidad.
Los rumores alcanzaron incluso a UBS, al trascender que la canciller Angela Merkel se habría reunido con Axel Weber, ex presidente del Bundesbank y actual presidente del banco suizo UBS, para analizar la situación de Deutsche Bank.
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