Durante el Salón del Automóvil de Ginebra se presentaron bólidos como el Ferrari La Ferrari, el McLaren P1 y una serie de otros súperdeportivos que impactaron a los aficionados tuerca. Sin embargo, la vedette del evento fue el "Veneno", el último y más revolucionario modelo Lamborgini.
Este super auto llama la atención de inmediato por su impresionante fisonomía. De costado, parece una flecha, llena de tomas de aire para aprovechar más y mejor la resistencia al viento.
Pero el "Veneno" también destaca por la compleja construcción. Su carrocería está hecha de cuatro tipos distintos de fibra de carbono, lo que además de hacerlo muy fuerte, también lo hace muy liviano. Este modelo pesa sólo 1.450 kilos, lo que se puede comparar con un auto compacto normal o con los 1.575 kg que pesa su hermano, el Lamborghini Aventador.
A pesar que no tiene un motor híbrido como sus competidores La Ferrari y el P1, el Veneno cuenta con un motor V12 de 6,5 litros los que erogan 751 caballos de fuerza.
Como ya es tradicional en la marca, el motor está ubicado en una posición central longitudinal, lo que le da suficiente poder y equilibrio para alcanzar una velocidad máxima de 355 km/hr.
Todo lo anterior va acompañado de una tracción integral - permanente en las 4 ruedas y de una caja de cambios ISR (de Independent Shifting Rod) de 7 marchas.
Pero esto no es todo, sus creadores anunciaron que sólo se fabricarán tres unidades en todo el mundo, cada una sobre los US$ 4 millones. Esto supone que el superauto de la casa italiana se transforma en el más caro del mundo este 2013, superando al Lykan, el denominado "Ferrari del desierto".