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Starship es más alta que la Estatua de la Libertad con 394 pies (120 metros).
Anunciado como el cohete más grande y poderoso jamás construido, el vehículo despegó de la instalación de lanzamiento a las 6:30 p.m. hora local
El cohete Starship de SpaceX se lanzó al espacio y desplegó satélites por primera vez antes de sobrevivir la mayor parte de su viaje a la Tierra, logrando nuevos hitos tecnológicos después de un año de duros reveses.
La misión aseguró una victoria muy necesaria para la compañía liderada por Elon Musk después de que los problemas en las pruebas de vuelo plantearan dudas sobre si Starship podrá cumplir los objetivos del multimillonario.
Anunciado como el cohete más grande y poderoso jamás construido, Starship es la pieza central de los planes de la compañía para lanzar enormes lotes de sus satélites de Internet Starlink a la órbita de la Tierra y llevar humanos a la Luna y, eventualmente, a Marte.
El vehículo despegó de la base de lanzamiento de SpaceX en el sur de Texas, llamada Starbase, a las 18:30 hora local del martes. Su cohete Super Heavy se separó con éxito de la nave Starship, según lo previsto, y posteriormente amerizó en el Golfo de México.
Luego, la nave espacial Starship continuó su viaje a través del espacio y, unos 20 minutos después del inicio de la misión, comenzó a desplegar un lote de satélites ficticios similares en tamaño y peso a los futuros satélites Starlink.
Los empleados de SpaceX que miraban la transmisión vitorearon mientras los satélites abandonaban el vehículo uno por uno, un hito muy seguido que SpaceX no logró completar durante su noveno vuelo de prueba.
Los aplausos estallaron nuevamente dentro del control de la misión cuando la nave espacial Starship reingresó a la atmósfera de la Tierra y amerizó en el Océano Índico aproximadamente una hora más tarde, antes de aparentemente explotar después de golpear el agua.
Al final, el equipo de SpaceX consideró que el vuelo fue en gran medida un éxito.
"Felicitaciones a todos nuestros compañeros de SpaceX", dijo Dan Huot, gerente de comunicaciones de SpaceX, durante la transmisión en vivo al finalizar la misión. "Ha pasado un año. Todos los que han trabajado en este programa, esto es lo que buscamos".
SpaceX ha tenido un año de desarrollo difícil: sus dos primeros vuelos de 2025 estallaron en cuestión de minutos, y un tercero no logró desplegar satélites de prueba y perdió el control. Otra nave espacial Starship explotó en un banco de pruebas en junio durante el repostaje.
La empresa suele afirmar que aprovecha los fracasos como oportunidades de aprendizaje que puede aplicar en futuros lanzamientos. Sin embargo, tras un comienzo de año deslucido, la misión de esta semana enfrentó una presión adicional para superar a las demás.
"Hay miles de desafíos de ingeniería que quedan tanto para la nave como para el propulsor", dijo Musk a los espectadores el lunes antes de un intento de lanzamiento que se retrasó , y señaló que el escudo térmico de Starship era quizás el mayor problema que necesitaba solución.
Starship está diseñado para ser totalmente reutilizable y se supone que eventualmente reemplazará al Falcon 9 de SpaceX, convirtiéndose en el único cohete de la compañía para lanzar satélites y humanos al espacio.
La Nasa ha adjudicado a SpaceX contratos por un valor aproximado de US$4.000 millones de dólares para usar Starship para transportar astronautas a la superficie lunar. El objetivo final es aterrizar y despegar desde la Luna y Marte.
Pero la compañía todavía está tratando de demostrar que el cohete puede alcanzar la órbita, desplegar satélites y regresar a la Tierra completamente intacto.
Durante la misión del martes, Starship reinició brevemente uno de sus motores Raptor como parte de otra prueba en vuelo. El vehículo deberá reiniciar sus motores para maniobrar en el espacio y salir de órbita.
SpaceX ha demostrado en dos vuelos que puede atrapar el cohete Super Heavy en el aire utilizando brazos mecánicos gigantes. Para la misión del martes, SpaceX optó por no devolver el cohete al lugar de aterrizaje, sino que maniobró la nave para un aterrizaje controlado frente a la costa estadounidense.
SpaceX también volvió a realizar una serie de experimentos con las placas de protección térmica de Starship, que cubren el lateral del vehículo y están destinadas a evitar que la nave espacial se sobrecaliente cuando vuelve a entrar en la atmósfera.
Los flaps del vehículo todavía parecían sufrir daños, con pedazos desprendidos durante el viaje de regreso a la Tierra.
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