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La creciente demanda y la escasez de producción han provocado que los compradores aún tengan que esperar hasta nueve meses para recibir algunos modelos de Xiaomi tras realizar el pedido
Xiaomi Corp. registró por primera vez beneficios trimestrales en su negocio de vehículos eléctricos, un hito importante para la ambiciosa incursión del fabricante de teléfonos inteligentes en el competitivo mercado.
La división de vehículos eléctricos de la compañía, que vendió su primer automóvil el año pasado, registró una ganancia de US$98 millones en el trimestre de septiembre. Esto revirtió una pérdida de US$42 millones en los tres meses anteriores y ayudó a la compañía, con sede en Pekín, a más que duplicar sus ingresos netos.
Xiaomi se une a un selecto grupo de fabricantes chinos de vehículos eléctricos que sí obtienen beneficios. Con el objetivo de convertirse en uno de los cinco principales fabricantes de automóviles del mundo, la compañía está aumentando su producción para intentar competir con gigantes como Tesla y BYD en China y, eventualmente, en el extranjero. La compañía tiene previsto comenzar a vender vehículos eléctricos en Europa en 2027.
Aunque aún es pronto para sacar conclusiones, el resultado supone una especie de reivindicación para el cofundador Lei Jun, quien anticipó el cambio hacia la rentabilidad a principios de año. El multimillonario está de enhorabuena tras la buena acogida del primer SUV de Xiaomi, que hasta la fecha ha recibido numerosos pedidos. El martes, los directivos anunciaron que la compañía alcanzará esta semana su objetivo de 350.000 entregas de vehículos eléctricos para 2026, más de un mes antes de lo previsto. Ahora, la empresa está intensificando sus esfuerzos para aumentar las entregas y reducir los tiempos de espera.
Sin embargo, algunos inversionistas han puesto en duda las perspectivas a largo plazo de Xiaomi, citando la intensa competencia, las preocupaciones de seguridad y los persistentes retrasos en las fábricas.
La creciente demanda y la escasez de producción han provocado que los compradores aún tengan que esperar hasta nueve meses para recibir algunos modelos tras realizar el pedido. En octubre, la empresa anunció la entrega de más de 40.000 vehículos eléctricos, la misma cifra que el mes anterior. Además, los márgenes brutos del negocio disminuirán el próximo año, según indicaron los directivos en la conferencia telefónica del martes.
La rivalidad de Xiaomi con Apple Inc. en su principal mercado de teléfonos inteligentes también ha afectado negativamente a sus acciones. La compañía lucha por el control del mercado chino de teléfonos inteligentes de gama alta tras presentar en septiembre una alternativa al iPhone 17 por US$630. Sin embargo, según Counterpoint Research, los iPhones representaron uno de cada cuatro teléfonos inteligentes vendidos en el país el mes pasado, y el crecimiento de Xiaomi también se quedó rezagado con respecto al de su rival local, Oppo.
Otra fuente de incertidumbre es el aumento de los precios de los chips de memoria. El martes, Xiaomi anunció que prevé una escasez que impulsará al alza los precios de los dispositivos móviles el próximo año, sumándose así a un número creciente de empresas que advierten sobre una posible crisis de suministro de este componente crítico en 2026.
Todo esto ha contribuido a uno de los peores desempeños entre las acciones tecnológicas chinas en tan solo unos pocos meses. El precio de las acciones de Xiaomi se ha desplomado cerca de un 20% desde mayo.
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