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En menos de cinco meses, el banco español, CaixaBank, ha perdido las caras más visibles de su negocio de gestión de patrimonios
Banqueros y clientes de CaixaBank están en foco de la competencia. El fichaje de March de Gil Cano se suma a la salida en cinco meses de los ejecutivos de la gestora y la banca privada.
CaixaBank se encuentra en el punto de mira de la banca privada y la gestión de patrimonios en España. El sector mira al banco dirigido por Gonzalo Gortázar con la idea de atraer profesionales, especialmente banqueros privados, y clientes, tras las salidas de los principales ejecutivos de sus negocios de banca privada y fondos de inversión.
En menos de cinco meses, CaixaBank ha perdido a las caras más visibles de su negocio de gestión de patrimonios. Primero, en mayo de este año, el banco perdió al consejero delegado de su gestora de fondos, CaixaBank Asset Management. Mapfre fichó a Juan Bernal, como nuevo director corporativo de Inversiones de la aseguradora.
La semana pasada, CaixaBank anunció la salida de Víctor Allende, hasta ese momento responsable del negocio de grandes fortunas del banco. Allende ha salido de la entidad para pilotar la unidad de banca privada en España de Banco Santander, el principal competidor de CaixaBank en este segmento.
Y, por último, ayer mismo, aunque en un escalón inferior, Banca March incorporó al responsable del negocio de gestión discrecional de CaixaBank AM, para reforzar su actividad. César Gil Cano, que lideraba una de las patas prioritarias de la gestora de CaixaBank en los últimos años ficha por el banco balear para desempeñar una función similar.
Los tres ejecutivos han dejado el banco, tras la salida de Juan Antonio Alcaraz, ex director general de la entidad en 2023, a quién, especialmente Allende y Bernal, estaban muy vinculados profesionalmente.
Bajo la estrategia diseñada por Alcaraz, Allende y Bernal reforzaron los negocios de banca privada y de gestión de patrimonios hasta colocarlos como la referencia del sector en España.
La gestora de CaixaBank es la primera de España con US$99.297 millones en activos a mucha distancia de su principal rival, y su banca privada rivaliza con Santander como la firma con mayor patrimonio de sector, con más de US$159.979 millones de clientes de grandes fortunas.
Pero, además de destacar en números, CaixaBank tiene la gestora de fondos y la banca privada más innovadora de la última década en España.El banco ha sido pionero en desarrollar las estrategias más reformadoras de este negocio, que luego han replicado sus principales competidores.
En los últimos seis años, CaixaBank ha desarrollado un servicio de gestión discrecional de carteras de fondos de inversión; ha desarrollado el modelo de arquitectura abierta para estos productos financieros; y ha introducido en España la fórmula del cobro explícito por asesoramiento financiero a clientes con patrimonios elevados, muy habitual en los mercados anglosajones.
También ha creado el primer family office integrado dentro de la banca para captar grupos familiares con más de US$55,16 millones; y ha respondido a la demanda de algunos clientes con patrimonios elevados de deslocalizar su capital en una jurisdicción distinta a la española, abriendo una sucursal del banco en Luxemburgo.
Este halo de innovación unido a las salidas de los principales ejecutivos de estos negocios ha colocado a los profesionales del banco en el punto de mira de sus principales rivales, que analizan la posibilidad de realizar fichajes para incorporar el know how de CaixaBank en gestión patrimonial.
De esta manera, en el sector se especula ahora con la posibilidad de que las de Allende, Bernal y Gil Cano no sean las últimas salidas de CaixaBank en este negocio, sino que las dimisiones de los principales ejecutivos desencadenen un efecto dominó en otros profesionales de la división.
Son varios los ejecutivos de distintas bancas privadas con presencia en España los que reconocen estar valorando realizar contrataciones en la entidad.
CaixaBank está especialmente atento a los movimientos que pueda realizar Víctor Allende, que podría llevarse consigo a algunos de sus antiguos compañeros, en un momento en el que Santander está muy abierto a realizar fichajes de la competencia para crecer en un negocio que considera prioritario, el de la banca privada.
Además de los banqueros privados, los clientes de grandes fortunas de CaixaBank también se encuentran en el punto de mira de los grandes rivales. En banca privada es bastante habitual que los clientes se muevan acompañando a su banqueros de confianza o que al menos muevan una parte de su capital a la nueva entidad de su asesor patrimonial.
Por el momento, CaixaBank ha respondido a la ofensiva planteada por la competencia con una línea continuista en la estrategia de la banca privada y la gestora de fondos de los últimos años, que se basa en promociones internas.
Para sustituir a Bernal, y asegurarse esta línea continuista en la gestora de activos, Gortázar colocó al frente de CaixaBank AM a Ana Martín de Santa Olalla, hasta ese momento número dos del negocio y con un gran conocimiento de la actividad y de los profesionales a su cargo.
Mientras que para el puesto de Allende en la banca privada, el banco ha colocado Belén Martín, que ocupaba hasta ahora el cargo de directora territorial de CaixaBank en Castilla y León. Martín cuenta con alrededor de 25 años de experiencia en el sector bancario, pero no tiene experiencia directa en el negocio de gestión de patrimonios y banca privada.
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