Intel reportó ingresos entre enero y marzo por US$12.670 millones y ajustó expectativas

Intel, el fabricante de chips que intenta un regreso bajo el nuevo director ejecutivo Lip-Bu Tan, dio un pronóstico débil para el período actual y dijo que está recortando trabajadores para alinear los costos con el tamaño más pequeño del negocio. Los ingresos de Intel en el primer trimestre se mantuvieron estables en US$12.670 millones, superando las estimaciones de US$12.300 millones.

No obstante, los ingresos del segundo trimestre se situarán entre US$11.200 y US$12.400 millones, según anunció la compañía el jueves en un comunicado. Esta cifra se situó muy por debajo de la estimación promedio de los analistas, de US$12.900 millones, lo que provocó una caída de las acciones de más de 6% en las últimas operaciones.

El plan de reducción de costos implicará la eliminación de niveles gerenciales para permitir una toma de decisiones más rápida, según Intel. La compañía aún no tiene una estimación de los gastos extraordinarios asociados con los recortes, pero prevé que los costos operativos se reduzcan a aproximadamente US$17.000 millones este año y US$16.000 millones en 2026. Bloomberg informó esta semana que Intel planea recortar su plantilla en más de 20%.

El informe de resultados de Intel es el primero bajo el liderazgo de Tan, un veterano de la industria de chips que asumió el cargo el mes pasado. La junta directiva lo contrató después de que su predecesor, Pat Gelsinger, tuviera dificultades para restablecer la competitividad de los productos de Intel. Fue destituido a finales del año pasado después de que la caída de las ventas y el aumento de los números rojos condenaran al fracaso su intento de regreso.

Un punto positivo para Intel: Las ventas del primer trimestre alcanzaron los US$12.700 millones, superando las previsiones. El fabricante de chips sigue el ejemplo de Texas Instruments Inc. al obtener resultados más sólidos de lo que los analistas habían proyectado. Sin embargo, su débil pronóstico sugiere que el repunte de la demanda fue solo un incidente puntual, impulsado, al menos en parte, por una avalancha de pedidos ante la inminente imposición de aranceles por parte de EE.UU., China y otros países.

“El entorno macroeconómico actual genera una gran incertidumbre en la industria, lo cual se refleja en nuestras perspectivas”, declaró David Zinsner, director financiero de Intel. “Estamos adoptando un enfoque disciplinado y prudente para respaldar la inversión continua en nuestros productos principales y negocios de fundición, a la vez que maximizamos el ahorro de costos operativos y la eficiencia del capital”.

Zinsner dijo que actualmente no tiene una estimación del tamaño de la reducción de la fuerza laboral.

La conferencia telefónica del jueves marcará la primera vez que Tan se enfrente a preguntas de Wall Street sobre cómo planea revitalizar la empresa, algo que, según él, "no ocurrirá de la noche a la mañana". Gelsinger se había centrado en la red de fábricas de Intel, que en su día fue su activo más poderoso. Expuso planes para invertir decenas de miles de millones de dólares en dotar a la empresa de nuevo de la mejor tecnología de producción del mundo y convencer a sus competidores para que la utilicen como proveedor externo de fabricación.

“El primer trimestre fue un paso en la dirección correcta, pero no hay soluciones fáciles mientras trabajamos para retomar la senda de ganar cuota de mercado e impulsar un crecimiento sostenible”, declaró Tan en el comunicado. “Estoy tomando medidas rápidas para impulsar una mejor ejecución y eficiencia operativa, a la vez que capacitamos a nuestros ingenieros para crear productos excelentes. Estamos volviendo a lo básico, escuchando a nuestros clientes e implementando los cambios necesarios para construir la nueva Intel”.

Más allá de sus problemas de costos, la compañía se perdió una de las mayores bonanzas en la historia de la industria de los semiconductores: el auge de la inteligencia artificial. El dominio de Nvidia en ese sector le ha permitido superar ampliamente a Intel en ingresos y valoración de mercado.

Tras varios años de rechazo por parte de los inversores, las acciones de Intel han tenido un rendimiento relativamente bueno en 2025, con una ligera ganancia de 7,2%. En cambio, el índice de semiconductores de la Bolsa de Valores de Filadelfia ha caído casi un 16%.

En el primer trimestre, la compañía registró una pérdida de 19 centavos por acción. Los analistas estimaron una pérdida de 22 centavos por acción sobre unas ventas de US$12.310 millones. El año pasado, los ingresos anuales de Intel se redujeron en unos US$26.000 millones con respecto a su máximo de 2021. Actualmente, su tamaño es menos de la mitad del de Nvidia según ese indicador, y los analistas no prevén una recuperación rápida a corto plazo.

El director financiero de Intel dijo que la compañía comparte la preocupación de Wall Street de que un buen comienzo de año podría no reflejar la demanda subyacente y podría haber sido ayudado por el almacenamiento antes de los aranceles.

“Eso probablemente elevó parte de la demanda que habríamos visto más allá del primer trimestre hacia el primer trimestre y la suavizó en el segundo trimestre”, dijo.

De cara al futuro, a la compañía le preocupa que el gasto de los consumidores y la inversión en áreas como la infraestructura de centros de datos puedan disminuir. La incertidumbre sobre los aranceles dificulta la predicción del entorno y ha impulsado a Intel a ofrecer un rango más amplio de pronósticos de ventas.

Intel se centra en mejorar su balance y está recortando el presupuesto para nuevas plantas y equipos en US$2.000 millones adicionales, según Zinsner. Bajo el liderazgo de Tan, el fabricante de chips buscará centrarse en un número reducido de áreas y vender unidades no relacionadas con dichas iniciativas.

La nueva ronda de recortes de empleos, tras una reducción de aproximadamente 15.000 puestos el año pasado, podría ajustarla mejor a esa nueva escala y a lo que la competencia está logrando con menos trabajadores. Nvidia cuenta con aproximadamente un tercio de la plantilla de Intel, y el líder en fabricación, Taiwan Semiconductor Manufacturing, obtiene el doble de ingresos que Intel con unas 30.000 personas menos en su nómina.

El margen bruto ajustado de Intel (el porcentaje restante de las ventas tras excluir el coste de producción) fue de 39,2% en el primer trimestre y será de 36,5% en el período actual. En su punto máximo, Intel reportó regularmente un margen bruto muy superior a 60%. El de Nvidia supera 70%.

Las ventas del negocio de fundición de Intel —una unidad que fabrica chips para clientes externos— aumentaron 7,1%, hasta los US$4.670 millones. Esta cifra superó la estimación de US$4.300 millones de dólares.

Las ventas de chips para computadoras personales fueron de US$7.630 millones, 7,8% menos. Los analistas habían proyectado US$6.930 millones. La unidad de chips para centros de datos e inteligencia artificial de Intel registró ventas de US$4.130 millones.