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GM y Stellantis perderán parte de la exención arancelaria en Canadá tras recortes de empleos
General Motors tenía una participación del 15,8 % del mercado automotriz canadiense en el primer semestre del año, lo que la convierte en líder del sector
General Motors Co. y Stellantis NV se verán obligadas a pagar aranceles sobre algunos vehículos fabricados en Estados Unidos que importan para su venta en Canadá, después de que las compañías decidieran reducir el trabajo en las líneas de montaje en las fábricas de Ontario.
En abril, Canadá impuso aranceles de hasta el 25 % a los automóviles y camionetas ligeros fabricados en Estados Unidos como represalia por los gravámenes impuestos por el presidente Donald Trump a los vehículos extranjeros. Sin embargo, el gobierno del primer ministro Mark Carney también estableció una exención , conocida como "remisión", para los fabricantes de automóviles que producen vehículos en Canadá.
Esa exención permitió a las compañías automotrices seguir importando vehículos a Canadá sin pagar aranceles, siempre y cuando siguieran produciendo e invirtiendo en fábricas canadienses. Sin embargo, Stellantis verá ahora su cuota de vehículos libres de aranceles reducida en un 50% y GM enfrentará una reducción del 24%, según un funcionario gubernamental familiarizado con el asunto, quien habló bajo condición de anonimato por no estar autorizado a hablar públicamente al respecto.
Se trata de una escalada de tensión entre el gobierno de Carney y los fabricantes de automóviles, que han estado modificando sus planes de fabricación en respuesta a los aranceles de Trump y los cambios en la demanda de vehículos eléctricos.
GM anunció esta semana el cese definitivo de la producción de furgonetas eléctricas en la ciudad de Ingersoll, Ontario, lo que pone en duda el futuro de esa planta, que no fabrica ningún otro modelo. La semana pasada, Stellantis suspendió sus planes de fabricar el todoterreno Jeep Compass en una fábrica cercana a Toronto, poniendo en riesgo 3.000 empleos directos. El futuro de esa planta también es incierto.
Estas medidas enfurecieron a los funcionarios canadienses, en parte porque Canadá ayudó a financiar el rescate y la reestructuración de GM y Chrysler —ahora parte de Stellantis— cuando se encontraban en dificultades financieras durante la crisis financiera mundial. Los gobiernos canadienses han seguido proporcionando ayuda financiera tanto a GM como a Stellantis como incentivo para reestructurar sus fábricas y seguir fabricando automóviles en el país.
La decisión del gobierno de reducir la reducción arancelaria para Stellantis y GM fue informada el jueves por la Canadian Broadcasting Corp.
Ambas compañías aún mantienen una planta de ensamblaje en funcionamiento en el sur de Ontario, pero la mayoría de los modelos que venden en Canadá son importados, generalmente de Estados Unidos o México. General Motors tenía una participación del 15,8 % del mercado automotriz canadiense en el primer semestre del año, lo que la convierte en líder del sector, según informó la compañía en julio.
Canadá es por lejos el mayor mercado de exportación de vehículos nuevos fabricados en Estados Unidos: compró alrededor de 629.000 el año pasado, según datos del Departamento de Comercio.
General Motors no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. Un portavoz de Stellantis afirmó que la compañía estaba trabajando en una respuesta.
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