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Pandemia, crisis económica, cambio climático y desastres naturales podrían ser los retos que deberá asumir el mundo luego del covid
La pandemia desatada por el covid-19 dejó, en su primer año, todo tipo de afectaciones alrededor del mundo, tales como desplomes de las economías, crisis en los sistemas de salud, ruptura de relaciones internacionales de alto valor, pobreza, escasez, deterioro ambiental y miedo.
En esta misma línea, el Foro Económico Mundial (FEM o WEF, por sus siglas en inglés) reveló, en la edición para 2021 de su tradicional informe de riesgos globales que fue hecho de la mano con Marsh & Zurich Insurance, un listado de nueve temas que podrían ser potencialmente peligrosos durante los diez próximos años y que de no atenderse podrían desatar una crisis a nivel global.
De hecho, el FEM advirtió que dichas amenazas tienen líneas de extensión aún más profundas y que podrían llevar a 22 riesgos en total.
Entre los nueve aspectos potencialmente riesgosos está el fracaso de la acción climática, la propagación de enfermedades infecciosas, una crisis de liquidez, la erosión de la cohesión social, la pérdida de la biodiversidad, el incremento de la deuda mundial, los encierros prolongados, las variaciones extremas en el clima y el daño al medioambiente humano.
“Estos temas plantean unos retos estructurales en el que se requieren nuevos contratos sociales que los aborden, y que se dificultan por un malestar social que creció en 2020”.
“Todo el mundo habla del desempleo, de crecimiento económico, de la desaceleración del comercio, pero lo que vemos debajo es un deterioro de la salud mental de las personas”.
Julián Arévalo, decano de la Facultad de Economía de la Universidad Externado de Colombia, puso sobre la mesa la importancia que tiene el cambio climático dentro de la lista de riesgos. Allí, según Arévalo, será de vital importancia la cooperación internacional para superar los retos a los que se enfrentará el planeta en esta materia, y lo ubica como el más importante, teniendo en cuenta que “es el que más costoso puede salir”.
De la misma manera, el experto en economía, señaló que hay especial atención en los encierros prolongados, pues esta medida ha dejado de ser solo una condición de prevención contra el covid-19 y se ha convertido en un problema con profundas probabilidades de riesgo en materia de educación, economía, y salud pública.
Esto debido a que los jóvenes están experimentando cada vez más problemas de soledad, ansiedad, depresión y dificultades que han desencadenado una crisis que no es fortuita y que tiene un “costo humano muy alto”. Teniendo claro este panorama, también convendría pensar, como lo señala el experto, la relación entre los encierros prolongados y la crisis de cohesión social que vive el planeta.
No es casualidad que cuando se han dado estas condiciones de pobreza, encierro y la supervivencia en ambientes agresivos, en varios lugares del mundo se hayan registrado estallidos de inconformidades sociales, que de fondo tienen un precedente en los problemas de salud mental que ha dejado la pandemia y los encierros prolongados.
En materia de retos económicos, el informe plantea que las presiones financieras, digitales y de reputación resultantes de la covid-19 también amenazan con dejar atrás a muchas empresas y a sus trabajadores en los mercados del futuro.
Si bien estas posibles disparidades podrían causar la fragmentación social de los estados, una perspectiva geopolítica cada vez más tensa y frágil también obstaculizará la recuperación mundial si los países de tamaño mediano no disponen de un asiento en la mesa mundial.
Sobre este tema, Carlos Sepúlveda, decano de Economía de la Universidad del Rosario, afirmó que la necesidad de mayor cooperación internacional, transformación productiva sostenible y una protección social amplia se enfrenta a un escenario con endeudamiento generalizado pospandemia, retroceso en formación de capital humano por los encierros y mayor desigualdad.
Para el experto es clave aprovechar las oportunidades que aparecen de la crisis y abordar estos temas, no como riesgos sino como retos.
“Lograremos evidenciar una transformación positiva de la economía mundial: más sostenible, más digital, más incluyente y mejor preparada para un mundo cada vez más complejo”, destacó Sepúlveda.
Finalmente, el informe sobre los posibles riesgo a los próximos 10 años alerta sobre una recuperación profundamente desigual producto de las fisuras estructurales que experimentan las naciones.
Sobre ese punto, David Castrillón, investigador del Observatorio de Análisis de Sistemas Internacionales, indicó que el multilateralismo debería ser la base de la recuperación. “O expandimos los logros acumulados antes de la pandemia hacia poblaciones que han sido olvidadas y crecemos, o perdemos todo lo logrado”, resaltó el experto.
Por ello, concluye que la clave es la acción inmediata y sobre todo concertada, pues los riesgos que prevé el Fondo Económico Mundial no son más que consecuencias de la iniquidad.
Los eventos catastróficos se pueden prevenir con planificación
En 2020, el riesgo de sufrir una pandemia mundial se hizo realidad, algo que el informe había puesto de manifiesto desde 2006. “Sabemos lo difícil que es para los gobiernos, las empresas y otros interesados abordar esos riesgos a largo plazo, pero la lección que podemos sacar es que todos nosotros debemos reconocer que el hecho de ignorarlos no hace que sea menos probable que ocurran”, dijo Saadia Zahidi, directora del FEM, quien agregó que hay que ampliar la capacidad de resiliencia colectiva.
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