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Gobierno de Venezuela impuso una multa por US$84.920 a la filial local de la automotriz General Motors por la supuesta venta de repuestos con sobreprecio, como parte de su “ofensiva económica” contra la alta inflación y la acuciante escasez en el país petrolero.
El presidente, Nicolás Maduro, aseguró que en el país se libra una “guerra económica” en la que empresarios inescrupulosos han elevado el precio de sus productos más de 1.000% para desestabilizar su gestión.
El Gobierno ha fiscalizado miles de comercios acusados de usura y enviado a un centenar comerciantes a la cárcel, acusados de especular o acaparar mercancías.
El ministro de Industrias, Ricardo Menéndez, dijo desde la planta ensambladora de General Motors en el estado Carabobo, en el centro del país, que la fábrica vendía autopartes con altos márgenes de ganancia a sus concesionarios. “Evidentemente esto lleva a un caso de usura (...) estamos hablando de la multa más alta que procede por estos casos, que es de 5.000 unidades tributarias (535.000 bolívares)”, dijo el funcionario en una transmisión de la televisión oficial.
“Esto tiene que cesar, la especulación contra el pueblo venezolano llegó a su fin con el Gobierno Revolucionario, dispuesto a defender a la clase media y a los sectores populares”, agregó Menéndez. No fue posible contactar a la empresa de inmediato para obtener comentarios. Maduro ha culpado a la “burguesía parasitaria” de importar con dólares baratos, al tipo de cambio controlado de 6,3 bolívares, y valorar las mercancías tomando en cuenta el costo de la divisa en el mercado paralelo, hasta 10 veces por encima de la tasa oficial para estrangular la oferta.
Desde que el presidente Javier Milei asumió el poder en diciembre, la autoridad monetaria ha bajado las tasas cinco veces desde 133%
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