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De momento, los expertos descartan una burbuja como la de la crisis anterior, ya que el contexto de incertidumbre económica desembocado por la guerra en Ucrania
En febrero, se firmaron 53.623 compraventas de viviendas, un nivel que no se veía desde abril de 2008 -justo antes de que se desatase la crisis financiera y comenzase el hundimiento del ladrillo-. Este dinamismo ha hecho que asome de nuevo el fantasma del pasado, el temor a una burbuja inmobiliaria.
De hecho, el Banco de España volvía a poner el foco esta semana en sector de la vivienda y reclamaba "monitorizarlo con atención" ante la posibilidad de que los problemas que ya hay en otros países de la zona euro acaben contagiando al sistema financiero español. De momento, el organismo reconoce que no se han detectado "desequilibrios pronunciados", pero reclama seguir de cerca la evolución, principalmente, de dos factores: por un lado, el alza de los precios, tras el impulso que tuvieron a finales de 2021 cuando la vivienda libre se encareció en nuestro país un 6,4% interanual, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística; por otra parte, el Banco de España pide vigilar la evolución del crédito hipotecario, que está viviendo un crecimiento "especialmente significativo" a finales del ejercicio pasado con incrementos interanuales por encima del 40%. El último dato de hipotecas, referente a febrero, suma doce meses de subidas, pero frena el ritmo de expansión al 14,6% interanual y apunta cierta relajación.
De momento, los expertos descartan una burbuja como la de la crisis anterior, ya que el contexto de incertidumbre económica desembocado por la guerra en Ucrania, así como la inminente subida de tipos, pueden desacelerar el ritmo de compraventas y enfriar el sector. Aun así, se mantienen las alertas sobre algunas zonas. Gonzalo Bernardos, profesor de Economía y director del máster inmobiliario de la Universidad de Barcelona, opina que "sólo cuatro mercados principales presentan riesgo de burbuja en los próximos años: Madrid, Málaga, Palma y Barcelona, y este último dependerá de la confianza de los inversores en Cataluña". El economista sitúa ese riesgo en 2024, ya que 2022 y 2023 pueden ser todavía buenos años.
Los precios están tan disparados en estos territorios, que, por ejemplo, Benahavís y Marbella (ambos en Málaga), así como Calvià (en Baleares) lideran el ranking de los municipios más caros para comprar una vivienda. En estas tres localidades el valor medio de los inmuebles supera el millón de euros. Por su parte, Madrid y Barcelona son las ciudades españolas con los precios más elevados y cuentan con barrios en los que se superan los 6.000 euros/m2.
Un ejemplo de la situación que vive la Ciudad Condal es Pedralbes, la zona más exclusiva de la capital. Allí se está construyendo una promoción que busca marcar un antes y un después en el segmento del lujo, con tres villas valoradas entre 13,5 y 19 millones de euros. Un rango de precios muy alto, pero lejos todavía de los que se alcanzan otros mercados como el neoyorquino. En la Gran Manzana se acaba de vender la mansión The James F.D. Lanier House por 31 millones de euros.
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