Estados Unidos podría estar acercándose a acuerdo arancelario con la Unión Europea

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El 9 de julio se cumplió el plazo de 90 días de suspensión establecida por la Casa Blanca para publicar los nuevos aranceles recíprocos. Por tanto, desde comienzos de mes, el presidente Donald Trump volvió a poner el tema sobre la mesa, anunciando que postergaba la entrada en vigor de estas medidas hasta el 1º de agosto.

Además, señaló que a lo largo del mes informaría a los países afectados las tarifas que se les aplicarán. De hecho, una de las últimas movidas de Donald Trump se presentó esta semana al anunciar un acuerdo comercial con Tokio, el cual incluiría que Japón pague un arancel de 15% sobre los envíos a Estados Unidos a cambio de US$550.000 millones inversiones y préstamos japoneses en el país.

“Acabo de firmar el mayor acuerdo comercial de la historia, creo que quizás el mayor acuerdo de la historia, con Japón”, dijo Trump en un evento en la Casa Blanca, tras anunciar el acuerdo en redes sociales. “Y se logró con Japón. Tuvieron a sus principales representantes aquí y trabajamos mucho y duro en ello, y es un gran acuerdo para todos”.

Mientras que con Japón lograron un acuerdo antes de la fecha límite, con la Unión Europea el panorama es incierto.

Ayer la UE anunció que se prepara para aplicar rápidamente aranceles de 30% a productos estadounidenses por un valor aproximado de 100.000 millones de euros (US$117.000 millones), en caso de que no se alcance un acuerdo y Trump cumpla su amenaza de imponer esa tasa a la mayoría de las exportaciones del bloque a partir del 1 de agosto.

Como parte de una primera respuesta, la UE unificaría una lista ya autorizada de aranceles sobre productos estadounidenses valorados en 21.000 millones de euros (US$24.626 millones) con otra propuesta anterior que abarca bienes por 72.000 millones de euros (US$84.432 millones), según informó este miércoles un portavoz de la Comisión Europea.

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No obstante, tras las recientes amenazas, se anunció que la UE y EE.UU. están cerca de un acuerdo muy parecido al que se logró con Japón.

Según Bloomberg, los Estados miembros podrían estar dispuestos a aceptar un arancel de 15%, y los funcionarios de la UE están presionando para que este se aplique a sectores como el automóvil. Las importaciones de acero y aluminio que superen una cuota determinada se enfrentarían a un arancel de 50%, añadió uno de los diplomáticos.

De hacerse efectivas las amenazas de la UE, las exportaciones de EE.UU. que podrían verse afectadas incluyen productos industriales como aviones de Boeing, automóviles ensamblados en territorio estadounidense y whisky bourbon.

Los aranceles europeos estarían listos para entrar en vigor el próximo mes, pero solo se activarían si no se llega a un acuerdo y Washington efectivamente aplica sus gravámenes tras la fecha límite de agosto.

¿Qué pasará en agosto?

Según el informe de Visión Davivienda, una vez definidas las condiciones arancelarias, el siguiente punto de análisis es el aumento en el arancel efectivo promedio en EE.UU. y sus efectos sobre la inflación interna y las cuentas fiscales.

De acuerdo con estimaciones de la Tax Foundation, un centro de pensamiento independiente en EE.UU. la tarifa promedio total sobre importaciones se ubicaría en 11,6%, por debajo de 18,8% estimado en abril.

En cuanto a la recaudación fiscal, se proyecta que el gobierno estadounidense podría obtener US$2,4 billones entre 2025 y 2034, lo que representaría 0,6% del PIB.

El Laboratorio Presupuestal de la Universidad de Yale estima que el arancel efectivo promedio antes de cualquier sustitución de importaciones sería de 20,6%, y que tras los ajustes esperados bajaría a 19,7%. En términos fiscales, esta entidad calcula ingresos por US$2,97 billones entre 2026 y 2034, equivalentes a 0,8% del PIB.