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El grupo portugués solicitó el pasado verano el concurso a un tribunal de Luxemburgo, que la semana pasada rechazó su solicitud. Hoy, Espirito Santo Financial Group ha enviado al supervisor luso de los mercados su comunicación sobre la declaración de quiebra.
El grupo portugués fue el principal accionista de Banco Espirito Santo (BES), que se ha visto arrastrado por los problemas de su matriz, en la que la familia portuguesa Espirito Santo aglutinaba sus participaciones. BES ha sido rescatado por las autoridades lusas que han creado un banco bueno con los activos no problemáticos de la entidad.
La nueva entidad, nacida con los activos saneados gracias a los US$6.205 millones aportados por el Fondo de Resolución y un crédito de US$4.939 millones del Estado luso, ha tomado el nombre de Novo Banco.
Portugal tiene un plazo de dos años para vender Novo Banco e intentar recuperar el dinero. Ya cuenta con muestras de interés de varias entidades. Entre ellas, la prensa portuguesa incluye a los españoles Santander, BBVA y CaixaBank. No obstante, ayer Santander especificó que, por el momento, no analiza la compra.
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