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JD Vance se reunió con el segundo funcionario de mayor rango del Vaticano durante su visita a Roma.
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El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y el arzobispo Paul Richard Gallagher conversaron en privado con Vance
JD Vance se reunió con el segundo funcionario de mayor rango del Vaticano durante su visita a Roma, una reunión que llevó al vicepresidente estadounidense al órgano rector de su propia fe en medio de tensiones con Estados Unidos sobre la política de inmigración.
El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y el arzobispo Paul Richard Gallagher conversaron en privado con Vance el sábado, conversaciones que la Santa Sede calificó de cordiales. En un comunicado, el Vaticano indicó que hubo un intercambio de opiniones sobre cuestiones humanitarias globales, con especial atención a los migrantes, refugiados y presos.
Un comunicado emitido por la oficina de Vance no mencionó conversaciones sobre migración. Los hombres hablaron sobre su fe religiosa compartida, el catolicismo en Estados Unidos, la difícil situación de las comunidades cristianas perseguidas en todo el mundo y el compromiso de Trump con la restauración de la paz mundial, según el comunicado.
El papa Francisco, quien lidera a los 1.400 millones de católicos del mundo, ha criticado a Trump por la inmigración, incluyendo un intento de deportar a millones de migrantes, que según el pontífice "tendrá un mal final". Vance también recibió una reprimenda del papa tras ofrecer una interpretación de las enseñanzas católicas para respaldar la ofensiva del gobierno contra la inmigración.
Vance, un católico converso que se bautizó en 2019, respondió a la reprimenda de Francisco en febrero con elogios al papa y se definió como un "católico en ciernes". Aun así, afirmó que defendería sus opiniones sobre la inmigración.
“Se expresó la esperanza de una colaboración serena entre el Estado y la Iglesia católica en Estados Unidos, cuyo valioso servicio a las personas más vulnerables fue reconocido”, continuó el comunicado del Vaticano.
Francisco, de 88 años, recibió el alta tras cinco semanas de hospitalización el mes pasado tras luchar contra una serie de infecciones que pusieron en peligro su vida, incluyendo una neumonía. Aunque ha aparecido en público desde entonces, e hizo una aparición sorpresa en la Basílica de San Pedro del Vaticano el sábado por la tarde, sus compromisos públicos se han visto drásticamente reducidos.
La oficina del vicepresidente dijo que un informe de que Vance y el Papa se reunieron brevemente era falso.
El Vaticano y la República Italiana son estados independientes, aunque el primero ejerce una influencia considerable en la política de Roma. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien se reunió con Vance en un momento anterior de su viaje tras visitar a Trump en Washington el jueves, mantiene una estrecha relación con la Santa Sede. Incluso invitó a Francisco a hablar en la cumbre del Grupo de los Siete del año pasado en el sur de Italia, la primera vez que un papa asistía a una reunión de este tipo.
La última vez que un Papa se reunió con un vicepresidente de Estados Unidos fue en 2020, cuando Francisco se reunió con el primer vicepresidente de Trump, Mike Pence.
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