“El principal reto que tiene América Latina es el de su propia integración”

¿Cuáles son las expectativas que hay con la cumbre?
En primer lugar es evidente que esta cumbre se da en un contexto socialmente complejo, en el cual hay muchos que han planteado cuestionamientos respecto del comercio como lo conocemos, basado en reglas. Es un momento en el cual el sistema está en un punto donde se cruzan las rutas. Me parece que es una oportunidad para que los Estados miembros de la OMC reafirmemos nuestro compromiso con un sistema que ha permitido, con todas sus imperfecciones, un crecimiento en el comercio y en la actividad económica.

Ha posibilitado que haya una cancha nivelada para que los países poderosos, los más pequeños y los no tan poderosos, puedan plantear sus diferencias en un mecanismo como el de la resolución de disputa de la OMC que nos da a todos igualdad de acceso de oportunidades, porque todos nos hemos comprometido con las mismas reglas. Esto me parece que es lo fundamental, lograr que en Buenos Aires estemos todos de acuerdo en la necesidad de apostar a una OMC que se adapte, que evolucione, que se adecúe al siglo XXI.

Usted ha hablado de la necesidad de dejar a un lado las discusiones del siglo XX y pasar a las del siglo XXI, ¿hay que actualizar el debate?
Lo que yo creo que hay que hacer es tener ese equilibrio suficiente entre mantener vivo el solucionar algunos de esos problemas, sobre todo lo relacionado a la agricultura y a la pesca, pero no negarse la posibilidad de trabajar en temas nuevos que en definitiva si no los trabajamos y no empezamos a discutirlos nos van a pasar por encima, van a ser parte de la realidad sin que hayamos hecho nada para adecuar a la OMC a ellos.

¿Podrían verse cambios en el sistema de la OMC en la cumbre?
La OMC es un sistema deliberativo de negociación permanente donde siempre se están acotando reglas. Es un tema de revisión continua, si logramos, por ejemplo, acordar algunas cuestiones en pesca o agricultura podemos tener una actualización de reglas en ese sentido.

No va a pasar nada que cambie dramáticamente las reglas porque las reglas continuamente evolucionan. El tema más importante en ese sentido es la confirmación de que necesitamos reglas porque algunos las cuestionan.

¿Hay preocupación por las voces que piden mayor proteccionismo?
Cuando yo le dije al principio que el comercio ha estado en una encrucijada, una de las cuestiones que tenía en mente era precisamente la posición de la administración del presidente Trump sobre el deseo de transformar sus acuerdos de regionales a bilaterales. Todo esto genera una duda, una preocupación. Habiendo dicho esto, hemos escuchado últimamente al negociador de Estados Unidos en los temas comerciales, diciendo que si no hubiera una OMC debiéramos inventarla. Me parece que todo esto, más allá de una retórica, empieza a mostrar el entendimiento de que tenemos que encontrar una convergencia.

¿Cómo están las relaciones entre la Alianza del Pacífico y Mercosur?
Ha sido un error histórico plantear como dicotómico el modelo de Mercosur y el modelo de la Alianza del Pacífico. Efectivamente, unos son un mercado totalmente integrado; y el otro, es una alianza con un modelo más flexible. Eso nos lleva a tener que encontrar formas de convergencia para facilitar el vínculo entre los dos.

¿Cuáles son los retos de América Latina frente al comercio internacional?
El primer reto es el de su propia integración. América Latina está muy fragmentada en el comercio, como describía antes, este acercamiento entre Alianza del Pacífico y Mercosur es un buen indicio porque cuando usted mira el comercio intraregión y la inversión directa de capital intraregión realmente hay mucho espacio para mejorar. Lo primero que tenemos que hacer es posicionarnos más sólidamente como región integrada.

El papel de Colombia en el comercio
Para la excanciller Malcorra, Colombia es un país muy cercano a Argentina, especialmente por las relaciones que se establecieron entre los presidentes Juan Manuel Santos y Mauricio Macri, desde la llegada de este último a la Casa Rosada. “Es un momento de cercanía que tiene que plasmarse en cosas concretas. Estamos trabajando en metas muy específicas en los distintos sectores. Me parece que es un buen momento de nuestra relación”, dijo la funcionaria, quien además agregó que el mandatario colombiano confirmó su asistencia a la cumbre.