El FMI se reúne hoy en Washington para aprobar el acuerdo con Argentina

La media sanción del Presupuesto 2019 aprobado ayer por Diputados, con el objetivo de alcanzar el año próximo un déficit fiscal cero mediante un fuerte ajuste del gasto y un aumento de la presión impositiva, dejó allanado el camino para que hoy el Directorio del FMI apruebe la ampliación del préstamo stand by a la Argentina hasta los US$57.100 millones. De esa asistencia depende el país para intentar llevar tranquilidad a los mercados, de que las necesidades de financiamiento están cubiertas hasta 2020.

Tras más de 18 horas de discusión en el recinto y enfrentamientos en las calles, el Presupuesto que el Gobierno empezó a tallar meses atrás, incluso antes de que se acordara con el FMI en primera instancia en junio, consiguió la aprobación.

Si bien hoy, luego de que el Board, encabezado por Christine Lagarde, se expida y se conocerá la letra chica de lo acordado entre el Fondo Monetario Internacional y el gobierno de Mauricio Macri volcada en la carta de intención, en el memorándum de entendimiento y en el esta el reporte (que es el informe que prepara el equipo técnico del organismo y eleva al Directorio), gran parte de lo aprobado en Diputados ayer formó parte de las discusiones con el Fondo.

De hecho, el FMI ya había discutido con el Gobierno en la anterior oportunidad, entre otros factores, la conveniencia de mantener las retenciones a las exportaciones del complejo sojero en 25,5% (hoy están en 33%), continuar con la eliminación de los subsidios a la energía y al transporte (que se concretó a través del traspaso a las provincias), congelar el empleo público y que los salarios en el Estado no crecieran por arriba determinado punto, hecho que el Gobierno intentó concretar mediante paritarias que por ahora cierran en 20%, por debajo del IPC estimado en torno al 46% para 2018.

Esto desde el punto de vista fiscal, piedra fundamental sobre la que se erige el acuerdo con el FMI. No obstante, en los informes que se conozcan hoy también estará el giro en la política monetaria, con el esquema de control de agregados dentro del cual se prevé un estricto crecimiento nulo de la base monetaria hasta junio de 2019, régimen estrenado por Guido Sandleris a la cabeza del BCRA.