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Acción de Nvidia.
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Trump presentó su plan de acción que flexibiliza las regulaciones para desarrollar modelos como ChatGPT y poner en la cúspide a EE.UU.
El Plan de Acción de IA del presidente Donald Trump representa una importante flexibilización de las normas en torno al auge de ChatGPT. Se trata de un ambicioso discurso cuyo objetivo es mantener a Estados Unidos a la cabeza en la carrera por la supremacía de la IA. “China” solo se menciona dos veces en el documento de 23 páginas, pero bien podría haber estado en el título. La administración Trump también apuesta con gran optimismo a que puede mantenerse a la vanguardia si continúa vendiendo chips avanzados al país.
“Aprobar venta de grandes volúmenes de chips H20 podría darle a China la potencia computacional que necesita para desarrollar modelos de IA libres para los usuarios”.
Aunque el propio plan no da esa impresión, pues promete rotundamente negar a “nuestros adversarios extranjeros” el acceso a la experiencia informática de Silicon Valley. Pero las acciones del presidente Trump cuentan una historia diferente. A principios de este mes, revocó la prohibición vigente desde abril de 2025 sobre los envíos de chips de inteligencia artificial, principalmente de Nvidia, a China. Fue un giro radical sorprendente para un presidente que prometió tomar medidas enérgicas contra la segunda economía más grande del mundo.
El director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang, había presionado en los últimos meses a la Casa Blanca para que levantara las restricciones a los chips de su compañía que se exportaban a China; restricciones que, según las propias estimaciones de la compañía, habrían costado a Nvidia US$15.000 millones en ingresos. Huang argumentó que prohibir las exportaciones de sus chips H₂O perjudicaría las ambiciones del presidente de “América Primero”.
Su lógica, retomada por el zar de la IA de la Casa Blanca, David Sacks, y el secretario de Comercio, Howard Lutnick, era que la mejor manera de mejorar los intereses económicos de Estados Unidos era permitir que su tecnología proliferara por todo el mundo lo más rápido posible, venciendo en la carrera a otras potencias mundiales. Esta teoría refleja una visión del mundo que ha sustentado durante mucho tiempo a las empresas de Silicon Valley: cuantas más personas usan un producto, más se aferran a su ecosistema, a plataformas móviles de Apple, o servicios en la nube de Microsoft.
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