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El mayor banco alemán sufre un nuevo desplome
La espiral bajista en la cotización de Deutsche Bank no encuentra suelo, a la espera de un cambio en la política monetaria del BCE que ayude a revitalizar sus cuentas. A día de hoy había aguantado al menos por encima de los 8 euros (US$9,14) por acción. Pero sus títulos sufren hoy un revés adicional superior por momentos al 5%, a un paso ya de perder el umbral de los 8 euros (US$9,14).
La capitalización del banco se desinfla hoy en cerca de 1.000 millones de euros adicionales (US$1.142,7 millones). Su valor en Bolsa se reduce de esta forma a 18.000 millones de euros (US$20.570 millones), casi cuatro veces menos que Santander, cerca de la mitad de la capitalización de BBVA y por debajo de los 22.000 millones (US$25.141 millones) con los que cotiza CaixaBank.
Los inversores mantienen sus ventas en Deutsche Bank a pesar de la caída próxima al 50% que acumula ya en lo que va de año respecto a los cerca de 16 euros (US$18,28) con los que cerró 2017.
Las firmas de inversión mantienen su escepticismo sobre la posibilidad de una remontada en Bolsa de Deutsche Bank. Según datos de Reuters, de las 29 firmas que siguen la cobertura del banco alemán 15 recomiendan 'vender' sus acciones. Doce entidades aconsejan 'mantener' la inversión, y sólo dos apuestan por 'comprar'.
Revés generalizado al sector
Los recelos hacia Deutsche bank aumentan en una sesión en la que el conjunto del sector bancario europeo acusa las sombras que se presentan en el horizonte. Los temores a una desaceleración económica, la incertidumbre sobre el Brexit y el pulso de Italia a Bruselas avivan el debate sobre un posible retraso adicional en los plazos barajados para la subida de los tipos de interés por parte del BCE.
La posibilidad de un retraso en la subida de tipos y las incertidumbres políticas y económicas provocan hoy caídas que alcanzan por momentos el 2% de media en los bancos europeos. El conjunto del sector supera el 25% de perdidas desde el inicio del año.
La decepción que generan los resultados publicados hoy por el suizo Julius Baer (desinflado hasta un 7% en Bolsa) tampoco ayuda a mitigar las dudas de los inversores sobre la evolución del sector bancario. Las entidades italianos destacan en las caídas, junto a Deutsche Bank.
Lavado de dinero
Las acciones del mayor banco alemán vuelven a cotizar con caídas similares a las registradas hace menos de un mes, el pasado 24 de octubre, cuando recibió sus resultados próximas al 5%. La entidad obtuvo hasta septiembre un beneficio neto atribuido de 692 millones de euros (US$790,8 millones), un 58% menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior.
Los ingresos de la entidad bajaron un 5%, un signo negativo que persistirá en las cuentas correspondientes al conjunto del ejercicio 2018, según su presidente. Christian Sewing destacó en el lado positivo que el banco está "a punto de cerrar 2018 con beneficio por primera vez desde 2014", gracias en parte a los recortes de gastos y de personal.
El descenso continuado en los ingresos, sin embargo, aumenta los recelos de los inversores, que extreman la cautela en la sesión de hoy con motivo del impacto que podrían tener las investigaciones abiertas sobre el lavado de dinero de Danske Bank.
En el marco de estas investigaciones, desde el banco danés han asegurado que un gran banco europeo ayudó a procesar pagos por valor de 150.000 millones de euros (US$171.417 millones).
El directivo de Danske Bank no ha puesto nombre a esta entidad, pero el mercado apunta claramente a Deutsche Bank. Las investigaciones abiertas por el presunto lavado de dinero han hundido en Bolsa a Danske Bank ante la magnitud de las multas que podría recibir.
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