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El secretario del Tesoro, Steven mnuchin, calificó al presidente de Venezuela como un dictador tras llevar a cabo las votaciones del domingo.
El gobierno norteamericano sancionó al presidente Nicolás Maduro al congelar los activos que tiene el mandatario en ese país. La decisión fue tomada luego de que se ratificara la intención de continuar con las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente para modificar la Carta Magna de ese país, a pesar de que la oposición denunció que el flujo de votantes solo fue 12% del censo electoral. Steven Mnuchin, secretario del Departamento del Tesoro, además calificó como dictador al mandatario venezolano.
“Al sancionar a Maduro, Estados Unidos deja en claro nuestra oposición a las políticas de su régimen y al apoyo hacia los venezolanos que buscan devolver su país a una democracia próspera”, expresó Mnuchin en una conferencia de prensa.
El funcionario manifestó que Maduro es el cuarto líder de Estado sancionado por EE.UU. puesto que ahora hace parte del grupo del líder de Corea del Norte, Kim Jong Un; el de Zimbabwe, Robert Mugabe y el de Siria, Bashar al-Assad, quienes también están en la lista de la Ofac realizada por el Departamento del Tesoro.
El Presidente fue descrito por Mnuchin como un dictador, puesto que ha presidido un régimen cada vez más autocrático que ha puesto “en peligro la democracia” de seis décadas del país y ha dejado a la economía y a la “sociedad en ruinas”.
El país se ha visto envuelto en una crisis política y económica luego de la caída en los precios del petróleo, la escasez de alimentos y la baja popularidad que tiene el mandatario entre los venezolanos que, según las últimas encuestas, está por 15%.
Estados Unidos había aumentado su presión sobre el gobierno de Maduro antes de la votación, con el presidente Donald Trump prometiendo “acciones económicas fuertes y rápidas” si tuviera lugar. También lo hizo cuando decidió sancionar a 13 funcionarios y exfuncionarios del Gobierno, entre los que estaban Tibisay Lucena Ramírez, presidente del Consejo Nacional Electoral, órgano encargado de velar por la organización y el conteo de los votos.
La decisión de Maduro se suma al anuncio de la fiscal General, Luisa Ortega, que aseguró que tampoco avalará los resultados de la Constituyente. La funcionaria indicó que desconocerá las votaciones debido al origen, al proceso y al presunto resultado de la “inmoral Constituyente presidencial”.
La funcionaria agregó que “es un resultado para el beneficio del Gobierno, para mantenerse en el poder” y aseguró que “aquí no habrá más elecciones, sino perpetuidad de ese poder, de ese grupito (...) estamos frente a una ambición dictatorial”.
A pesar de la presión internacional, el plan del oficialismo, que ha dicho que salieron a votar más de ocho millones de venezolanos, es instalar la Asamblea Constituyente 72 horas después de que se oficialicen todos los resultados. Una vez se haga, empezará a sesionar en los mismos recintos donde se encuentra el Parlamento, en manos de la oposición, que también desconoció los resultados.
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La convocatoria se extendió a varias ciudades del país, con marchas que exigieron seguridad, justicia efectiva y respuestas del Gobierno ante recientes hechos violentos
