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Los sectores minero y bancario sufrieron los golpes más fuertes a la fecha
Los primeros atisbos de lo que va a ser el gobierno del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, llegaron con más fuerza de la esperada. A tan solo una semana de tomar posesión de su cargo, el próximo mandatario ha impulsado dos consultas populares, una de las cuales se votará hoy, y ha propuesto otras tres acerca de temas complejos tanto para la sociedad como para los empresarios, embargados por la incertidumbre.
El profesor de Economía de la Universidad Nacional y Externado, Jorge Iván González, señaló que “este tipo de conductas son muy arriesgadas para un gobierno, pues iniciar con conflictos puede tornarse peligroso en un futuro”.
La afirmación adquiere sentido si se tiene en cuenta que tres semanas atrás, el gobernante electo promovió una consulta popular para detener la construcción del Nuevo Aeropuerto de Ciudad de México (Naim), uno de los proyectos más ambiciosos de la administración de Enrique Peña Nieto. Para la fecha en que se votó la consulta, cuyo resultado fue favorable a dicha decisión, el costo de las obras era de US$5.000 millones. Ante ese escenario, González agregó que la decisión del mandatario electo fue “un error”.
Según el gerente de estrategia e investigaciones económicas de Ultraserfinco, Mario Acosta, “esto muestra que el nuevo gobierno mexicano impondrá más restricciones y obstáculos para quienes desean hacer empresa en el país, y eso no gusta a los inversionistas”.
No obstante, ese aspecto no es el más preocupante, pues se estima que el costo de la cancelación sería de US$4.932 millones, según fuentes oficiales del actual Gobierno. La gravedad del asunto ha dejado entrever la posibilidad de que López Obrador pueda sea demandado.
El nerviosismo de los empresarios ha golpeado con fuerza a la economía mexicana desde entonces. Desde el 30 de octubre, un día después de la votación de la consulta, hasta el cierre de esta edición, la Bolsa Mexicana de Valores cayó 5,54% a 41.103,46 puntos, de acuerdo con datos de Bloomberg.
Mientras tanto, sectores como la minería y la banca también sienten los efectos del temor empresarial. En el primer caso, las cuatro compañías más fuertes han perdido en conjunto alrededor de US$2.802 millones en su capitalización de mercado. En cuanto al valor de las acciones, la más afectada ha sido Peñoles, que cayó 15,21% en ese rubro. Le siguen Grupo México (11,72%), Autlán (5,28%) y Frisco (2,32%). Además, la tendencia a la baja se ha prolongado por tres días consecutivos.
Sin embargo, el golpe más inmediato lo sintió el sector bancario. El pasado 8 de noviembre, las acciones de los bancos mexicanos se desplomaron gracias a una iniciativa de López Obrador que busca reducir o prohibir el cobro de algunas comisiones financieras. Los casos más delicados fueron los de Banorte, el Banco Santander y Bbva, que cayeron 11,9%, 8,12% y 5,8%.
“Las caídas del sector minero y bancario no son tan graves, pues siempre que hay cambios de gobierno se generan esas anomalías”.
Pese a que tanto el presidente electo como el pueblo mexicano y el sector empresarial ya han enfrentado momentos tensos con los aspectos previamente mencionados, la prueba más grande antes de que llegue la toma de posesión se llevará a cabo hoy con la segunda consulta popular que se hace efectiva. La jornada se vuelve relevante teniendo en cuenta que revelará la confianza ante “los 10 programas prioritarios”.
Dichas iniciativas incluyen el Tren Maya en la península de Yucatán, el desarrollo del Istmo de Tehuantepec, la construcción de una refinería en Tabasco, el programa de reforestación de selvas y bosques, aumentos de pensión a los adultos mayores, el programa “Jóvenes construyendo el futuro”, la entrega de becas a estudiantes de nivel medio superior, las pensión a un millón de personas con discapacidad, garantías de atención médica a la población que no cuenta con servicios de salud y el acceso a internet gratuito.
Las tres consultas restantes del presidente electo
A demás del Naim y de los 10 programas prioritarios de su gobierno, López Obrador también reflejó la posibilidad de someter a una consulta popular la creación de una guardia nacional que estaría integrada por militares, marinos y policías federales. A su vez, el próximo mandatario manifestó la posibilidad de crear un grupo asesor conformado por grandes empresarios mexicanos para analizar proyectos productivos del país. Por último, la tercera idea busca enjuiciar a expresidentes por su responsabilidad en delitos de corrupción.
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