¿Cómo reaccionarán los mercados?: Hamlet infinito

Este Trump, que asemeja esos personajes trágicos de Shakespeare, con sus soliloquios sin solución y su vaguedad profunda que no ofrece una sola respuesta sólida; cuestionado en un debate televisado sobre si aceptaría un eventual resultado adverso de las elecciones contestó “no lo sé…voy a mantenerte en suspenso en esta”. Ante la eventual victoria, y cuestionado sobre problemas de seguridad nacional, política exterior, economía o educación; sus respuestas pasean todos los superlativos sin sentido respecto a la situación actual: “terrible”, “horroroso”, “espantoso”  y añade otra dosis (en el extremo opuesto del superlativo) refiriéndose a lo que hará: “grandioso”, “fantástico”, ”genial”. Nada concreto. Eso es lo que ha quedado atrás: un inmenso interrogante que está despejado hoy 9 de noviembre.

Los mercados financieros, han observado fuertes oscilaciones de precio ante la posibilidad de que el candidato republicano ocupara la casa blanca en 2017. El índice VIX , que es usualmente consultado para establecer el grado de “nerviosismo” de los agentes económicos observó en la semana entre el 31 de octubre y el 4 de noviembre, su nivel más alto en 3 meses luego de conocerse que el FBI podría reabrir la investigación contra Clinton por su manejo de los servidores de correo durante su periodo como Secretaria de Estado. Al mismo tiempo los precios de algunos activos refugio como el  Franco Suizo , el oro, la plata y el platino  observaron incrementos en demanda y en sus precios ante la posibilidad de que una de las principales economías del mundo, su aparato productivo, su política de comercio exterior y sus relaciones con el mundo quedaran en manos de alguien que se enorgullece de no pagar impuestos federales.

Una vez terminado el conteo, y reconteo; una vez superada la emoción y el desconcierto, el VIX retrocederá (al 8 de noviembre ya lo hacía en 10% frente al máximo de la semana pasada), los agentes del mercado analizarán la dura realidad más allá de los superlativos , los insultos y la demagogia que caracterizó esta elección. Llegarán los hechos fríos y ascéticos, altamente ignorados los últimos 10 meses: El nuevo presidente recibe una economía en cuidados intensivos, diagnosticada y tratada por un médico (la Reserva Federal), que en sus dudas e incertidumbre también semeja por pasajes a Hamlet. Volveremos a especular con las probabilidades implícitas de incremento de tasas, con el dato de solicitudes iniciales de desempleo y con otra maniobra inédita - ¿o reencauchada? - del Banco Central Europeo. Los metales preciosos volverán a recorrer picos y valles ya conocidos, mientras los agentes del mundo reconocen que hay inundación de liquidez, pero no hay demanda, que hay aumento en los precios de las acciones, pero no hay utilidades, que la Unión Europea sigue , tal vez con Reino Unido, o tal vez no; que tal vez Hillary o tal vez Trump (dependiendo del reconteo), tal vez con dólar a $3.200 o tal vez a $2.800, tal vez habrá pasado la reforma tributaria, o tal vez no, tal vez largo, o tal vez corto… 

Es decir, todo seguirá igual, pero la incertidumbre será  diferente … o como  lo escribió Shakespeare:

Claudio:

¿Y tu madre que te ama, Hamlet?

Hamlet:

Mi madre... padre y madre son marido y mujer; marido y mujer son una carne misma, conque... Mi madre... ¡Eh, vamos a Inglaterra!