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La mitad de los productos agrícolas provienen de Asia, Norteamérica tiene 8,5% del mercado y Suramérica provee una sexta parte de los alimentos
Aproximadamente 30% de las exportaciones mundiales de trigo y 65% de las de girasol provienen de Rusia y Ucrania. Es por eso que, desde que inició la guerra entre estas dos naciones hace más de cinco meses, el mundo ha volteado a mirar hacia otras regiones en busca de alternativas a los alimentos que se dejaron de producir en ese lado del globo terráqueo.
Aunque ambos países son actores importantes en el sector de alimentos a nivel mundial por su enorme producción de cereales y fertilizantes, están muy lejos de las principales despensas globales.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Potomac, basado en datos del Banco Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la mitad de la producción agrícola mundial proviene de Asia, con China e India como los principales actores agrícolas de esa región.
En términos concretos, la cosecha de China fue de US$1,1 billones en 2020, alcanzando así un récord hasta ese año.
“La guerra en Ucrania está acelerando un alza de precios que comenzó con la rápida recuperación económica y los crecientes costos de la energía y los fertilizantes”.
Según explica la institución educativa, la mayor parte del éxito del país asiático se debe a su vasta extensión geográfica con suelo rico y mucha mano de obra. China tiene un poco menos de 10% de la tierra cultivable del mundo y produce 25% de los cereales de todo el planeta, por lo que su papel en la guerra en Ucrania es seguido con detenimiento al ser una parte fundamental en la seguridad alimenticia mundial.
China es el principal productor global de más de 30 cultivos diferentes, entre los que se incluyen arroz, tomates (64,7 millones de toneladas), papas (78,1 millones de toneladas), pepinos (72,7 millones de toneladas) y espinacas (28,5 millones de toneladas). De hecho, el arroz fue el cultivo más producido en dichas tierras, con 353,1 millones de toneladas en total. Además, produce 134,2 millones de toneladas de trigo, con una valoración de US$53.400 millones.
También es el segundo mayor productor del mundo de maíz (260,6 millones de toneladas), pollo (15,1 millones de toneladas), plátano (11,5 millones de toneladas) y canola o colza (14 millones de toneladas).
Otro gigante asiático de los alimentos es India, sector que representa 23% del PIB del país, mientras que 59% de la fuerza laboral vive de la agricultura. También, se estima que 70% de la población rural del país depende principalmente de esta actividad productiva.
En ese orden de ideas, India produce la mitad del mercado mundial de mango (24,7 millones de toneladas) y 20 % de la producción mundial de trigo (107,5 millones de toneladas). También es responsable de una cuarta parte de los cultivos mundiales de arroz (178,3 millones de toneladas), caña de azúcar (370,5 millones de toneladas) y bananos (31,5 millones de toneladas).
Al otro lado del mundo, el continente americano también tiene una relevancia en la producción de alimentos. En América del Norte se generan 826,9 millones de toneladas de productos agrícolas o alrededor de 8,5% de la producción mundial. Mientras que en América del Sur suministra una sexta parte de la producción agrícola global, proveniente principalmente de Brasil y Argentina.
Lo que consigue sacar EE.UU. representa US$134.700 millones, cifra equivalente a 0,6% de su economía. Incluso, el crecimiento agropecuario estadounidense se debe principalmente a su composición territorial, los recursos naturales y sus avances tecnológicos.
El país norteamericano es el mayor productor mundial de maíz (360,2 millones de toneladas), cosechando cerca de un tercio de la producción mundial. También produce más de la mitad de los cultivos de almendras en todo el mundo y más de un tercio de la producción global de arándanos.
Se ubica, además, como el principal expendedor de leche de vaca (101,2 millones de toneladas), pollo (20,4 millones de toneladas), carne (12,3 millones de toneladas) y sorgo (9,4 millones de toneladas).
Al sur del continente, la industria agrícola de Brasil también se ha acelerado rápidamente gracias a la creciente demanda mundial de comida, el avance tecnológico y el aumento de los precios de los commodities.
El valor de la producción agrícola brasileña alcanzó unos US$85.000 millones en 2020, lo que representó un aumento de 30,4% frente a 2019. Esto se explica porque dicho país está en proceso de expandir su tierra, porcentaje que ya es de cerca de un tercio del área total del país. La expansión constituye un incremento de 22% con respecto a hace nueve años.
Muestra de su poderío en esta industria es que produce un tercio de la producción mundial de soja (121,7 millones de toneladas), de café (3,7 millones de toneladas) y de naranjas (16,7 millones de toneladas).
Así mismo, cerca de la mitad de la producción mundial de caña de azúcar (40,5%) proviene de este país, junto con una sexta parte de la producción mundial de carne. También es el tercer mayor productor de maíz (103,9 millones de toneladas), de leche de vaca (36,5 millones de toneladas) y de pollo (13,7 millones de toneladas).
Mientras tanto, Europa cosecha una décima parte de la producción agrícola mundial con España y Alemania entre sus productores más destacados y quienes fueron especialmente tocados por la crisis.
La importancia agrícola de Rusia y Ucrania
El temor a una crisis alimentaria global aumentó con la guerra en Ucrania tras la invasión rusa. Esto se debe a que ambos países son importantes despensas de alimentos en el mundo. Ucrania es una superpotencia agrícola, que cultiva más de dos tercios de su tierra rica en fertilizantes con varios productos.
Los cultivos en ese país tienen un valor de mercado de US$21.400 millones. Así mismo, en Rusia, la producción agrícola es de unos US$85.500 millones. Entre otros productos, es el mayor cultivador de cebada y remolacha azucarera, con 13% y 14% de la producción mundial.
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