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Reuters
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Beijing planea modificar su programa “Made in China 2025” y ya había anunciado que reduciría los aranceles a los autos estadounidenses
China ha decidido seguir adelante con la intención de honrar la tregua alcanzada con Estados Unidos en el marco de la cumbre del G20 en Argentina, y para ello tendría planificado modificar su programa “Made in China 2025”, que ha sido fuertemente criticado por Washington.
Según reportó ayer el diario Wall Street Journal, citando fuentes cercanas al asunto, la idea detrás de esta decisión del gobierno de Xi Jinping es dar a empresas extranjeras un mayor acceso a su economía, dejando de lado la estrategia de dominar las tecnologías avanzadas en unos siete años más.
La noticia surge un día después de que Beijing anunciara el recorte de los aranceles a los automóviles fabricados en EEUU -desde el 40% actual hasta un 15%- y de que la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, fuera liberada bajo fianza en Canadá; un caso que había elevado las preocupaciones de más tensiones entre las dos potencias.
Sobre ambos casos se pronunció el presidente Donald Trump, alentando una distención de la disputa comercial.
“¡Conversaciones muy productivas con China! ¡Esté atento a algunos anuncios importantes!”, tuiteó el jefe de Estado el martes, tras conocer que el gigante asiático adelantaba medidas favorables a los automóviles.
Sobre el caso de la ejecutiva de la tecnológica china, se mostró dispuesto a intervenir “de ser necesario” ante el Departamento de Justicia de su país, si ello ayudara a cerrar un tratado comercial con su rival.
Cediendo ante presiones
Los cambios por parte de Beijing llegan en respuesta a las presiones del mandatario estadounidense, quien lanzó a mediados de este año una ofensiva arancelaria con el objetivo de equilibrar el comercio y brindar a las empresas estadounidenses un mayor acceso a la segunda economía más grande del mundo.
En medio de la guerra comercial, “Made in China 2025” ha sido uno de los principales blancos de Trump, quien critica que el programa priorice el desarrollo de sectores industriales claves, desde la robótica y la industria aeroespacial hasta los autos ecológicos.
El nuevo plan debería presentarse a inicios de 2019, cuando está previsto que ambas naciones aceleren sus negociaciones para un acuerdo que ponga fin al conflicto.
Un programa tecnológico menos agresivo podría abordar las preocupaciones de la administración de Trump de que China ha subsidiado injustamente a sus empresas y ha robado la propiedad intelectual estadounidense, convirtiéndose en una amenaza a la competencia justa.
El representante de Comercio de EEUU, Robert Lighthizer, recibió la tarea de negociar un tratado centrado en tecnología para el 1 de marzo.
Retomando el comercio
Además de reducir los aranceles a los autos, el gobierno chino anunció el reinicio de las compras de soya estadounidense que se habría concretado ayer.
“Escuché que están comprando enormes cantidades de soya. Están comenzando justo ahora”, aseguró Trump en entrevista con Reuters.
Según dos operadores de EEUU, compañías estatales chinas compraron al menos 500 mil toneladas del grano, pasando a ser las primeras adquisiciones importantes desde que Trump y Xi se reunieron en Buenos Aires. Otros cargamentos estarían previstos para ser enviados entre enero y marzo.
El intercambio comercial entre ambas naciones había quedado en suspenso desde el 6 de julio, cuando Beijing impuso aranceles elevados a los envíos de EEUU, en represalia por gravámenes a los productos del gigante asiático.
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