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La cadena de los Paulmann dejó atrás las pérdidas tras alza de 26% en ventas. Su competencia quitaría plan de crecimiento en Brasil.
Más de un año sin liquidaciones de temporada y no ha sido necesario. Así de buenas han estado las ventas de los gigantes Cencosud y Falabella, coincidiendo con los retiros parciales de las AFP y los bonos del Estado.
Cuando se desató la pandemia, la venta de muchos bienes se desplomó, lo que llevó a un aumento del stock. Hoy, la situación es diametralmente opuesta tras el repunte de la demanda luego del levantamiento de las duras restricciones impuestas por la crisis sanitaria.
Así, las ventas de las distintas filiales de Cencosud y Falabella se han disparado en lo que va del año, pero para 2022 ya se pronostica una fuerte caída. Y aquí entra el dilema de los inventarios: acumular muchos productos o comprar lo justo, o menos. Esa es la disyuntiva.
Si la decisión ya es compleja, hay otro ingrediente que pone mayor presión: los retrasos que han experimentado los grandes fabricantes de productos de consumo masivo en Asia y los atochamientos en los principales puertos, lo que ha complicado aún más la cadena logística.
Así, la opción natural sería acumular más inventario para satisfacer la demanda. Pero esto inmoviliza capital y requiere más espacio de almacenamiento, entre otros ítems que encarecen los costos.
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