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Los precios del petróleo bajaron a mínimos de 10 meses la semana pasada, pero desde entonces se han recuperado en 7%, logrando su periodo más prolongado de alzas desde abril.
Los futuros del referencial global Brent subían 35 centavos a US$ 47,66 el barril a las 10:58 GMT, luego de haber tocado previamente el máximo de dos semanas de US$47.83.
Los futuros del crudo WTI de Estados Unidos ganaban 33 centavos a US$45,07 dólares por barril. Antes en la sesión, registró un techo intradía de US$45,24, también su mayor nivel en dos semanas.
“Después de la fuerte caída de los precios del petróleo en las últimas semanas, creo que especialmente los fondos de cobertura vieron que era un buen momento y que la menor producción estadounidense desató la demanda”, dijo Hans van Cleef, economista senior de energía de ABN Amro.
Datos del Gobierno estadounidense mostraron el miércoles que la producción doméstica de petróleo bajó la semana pasada en 100,000 barriles por día (bpd), a 9,3 millones de bpd, la caída más profunda desde julio del 2016.
Algunos analistas y operadores dijeron que el declive estuvo relacionado con factores temporales, como el cierre de las operaciones de extracción de algunas plataformas debido a la tormenta tropical Cindy que llegó al Golfo de México y a actividades de mantenimiento en Alaska.
Los suministros globales de petróleo siguen siendo abundantes, a pesar de los recortes de producción consensuados por un grupo de naciones productoras lideradas por la OPEP. Los grandes exportadores mundiales acordaron en enero recortar el bombeo total en 1.8 millones de bpd hasta marzo del 2018.
Los papeles de la empresa cerraron la sesión a US$0,42, cerca de los 2,35 reales que alcanzó el punto más bajo del día y es el mínimo histórico de la acción
Los responsables monetarios iniciaron un ciclo de endurecimiento en septiembre y desde entonces han subido las tasas 375 puntos básicos, hasta 14,25%
Operadores coincidieron en que la política monetaria instrumentada por el Gobierno de Milei está provocando una sostenida revaluación del peso