Bares de Nueva York ahora sirven bebidas alcohólicas ‘para llevar’ ante el aislamiento

Después de cerrar sus puertas debido al nuevo coronavirus, los restaurantes y bares en todo el estado de Nueva York ahora tienen la oportunidad de vender bebidas alcohólicas para entrega y llevar. Pero se enfrentan a un nuevo desafío: ¿cómo exactamente prepara y empaqueta un cóctel para llevar?

Como parte de los cambios radicales relacionados con la pandemia, el estado suavizó las reglas anteriores que prohibían que los restaurantes y lugares para beber ofrecieran productos con licor para el consumo fuera de las instalaciones. Anteriormente, los establecimientos solo podían vender cerveza para llevar.

La oportunidad puede contrarrestar algunas de las tensiones financieras que enfrentan los bares y restaurantes, ya que el estado les impidió la semana pasada servir a los clientes en sus instalaciones. Por mandato estatal, los pedidos de entrega y entrega de bebidas también deben incluir alimentos. Por supuesto, la comida todavía se puede pedir sin bebidas alcohólicas.

Pero los propietarios y gerentes de los establecimientos dijeron que una cosa es hacer y servir un Manhattan o margarita en el acto, otra es enviar el cóctel con la esperanza de que sobreviva adecuadamente el viaje. “Hemos tenido que cambiar todo el modelo de negocios”, dijo Linden Pride, dueño del galardonado bar Dante de Greenwich Village. Ahora ofrece un menú de martinis embotellados.

Algunos establecimientos dijeron que han consolidado su menú de barra para simplificarlo durante un momento confuso. Incluso en la era artesanal de los cócteles, ahora tal vez no sea el momento de servir una bebida con múltiples ingredientes que requieren métodos de preparación exigentes, dijeron.

Pero más allá de decidir qué ofrecer, los bares y restaurantes también deben asegurarse de que sus bebidas estén empaquetadas de manera que se mantengan contenidas. Algunos admiten que confían en la taza estándar para llevar, a menudo utilizada para café helado, y esperan lo mejor. A otros se les ocurren diferentes métodos, como embotellar sus cócteles y sellarlos con una tapa.

En el Brooklyn Safehouse, un bar en el vecindario de Greenpoint, se usan recipientes para llevar más resistentes, como los de comida, para bebidas. Tony Petillo, el dueño del bar, dijo que cuando escucha el “clic duro” del contenedor cuando está cerrado, se siente seguro de que el líquido no se derramará.

Por Charles Passy