Barack Obama, buscará más opciones para ley de inmigración

Es probable que esta acción, que reforzará los esfuerzos para detener la inmigración ilegal a través de la frontera, retrase los esfuerzos para deportar a los inmigrantes indocumentados asentados desde hace mucho tiempo en el país. Sólo será posible por una serie de acciones ejecutivas que Obama se comprometió a tomar después de que John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes (representante republicano de Ohio), le dijera la semana pasada que no iba a permitir que los inmigrantes votaran este año.

El presidente reprendió a los republicanos por ceder a las presiones extremistas en su partido en lugar de buscar cambios de sentido común respaldados por la mayoría de los estadounidenses y aprobados por el Senado el año pasado.

“Nuestro país y nuestra economía serían más fuertes hoy en día si los republicanos de la Cámara (de Representantes) hubieran permitido un simple sí o un no en la votación sobre este proyecto de ley, o para cualquier otro proyecto de ley”, indicó Obama. “En lugar de ello, han demostrado una y otra vez que están dispuestos a frenar al tea party a pesar de que sabe que es lo mejor para el país. Y lo peor de todo es que muchos de ellos lo saben de sobra”.

Mientras Obama fue uno de los últimos en reconocer que la legislación de inmigración no iba a ninguna parte de este año, el momento aún representaba un punto menos para él y, tal vez, el colapso de su mayor prioridad en el segundo mandato. Durante más de un año funcionarios de la Casa Blanca han mantenido la esperanza de que los republicanos en la Cámara aprobaran una revisión de las leyes de inmigración, impulsada por la presión de los intereses comerciales y el deseo político para ganar votos entre los latinos.

“Boehner le dijo al presidente exactamente lo mismo que ha estado repitiendo: ‘El pueblo estadounidense y sus funcionarios no confían en él para hacer cumplir la ley como está escrita’”, dijo Michael Steel, portavoz de Boehner. “Hasta que eso cambie, va a ser difícil avanzar en este tema”.

Ahora, Obama probablemente enfrente una intensa presión de los activistas de inmigración que creen que el presidente esperó demasiado para tomar acciones ejecutivas para frenar las deportaciones.

Los activistas de inmigración hicieron un llamado a Obama para acelerar la revisión interna de las políticas de aplicación de deportación que se quedaron en el tintero en el verano para esperar que la Cámara actuara en la legislación.

Demócratas y defensores instaron a Obama a ampliar significativamente la decisión del 2012 de aplazar las deportaciones de jóvenes inmigrantes traídos al país ilegalmente cuando eran niños. Esa decisión ha proporcionado protección legal a más de 500,000 personas, que tienen permiso para trabajar y permanecer en el país por periodos de dos años que son renovables.