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Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, Expansión
El Gobierno español pretende llevar a cabo una reforma del mercado anulándolo casi en su totalidad e introduciendo precios regulados, y con subastas vigiladas por un organismo regulador
Los Gobiernos de Alemania, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Luxemburgo, Letonia y Países Bajos han enviado una carta conjunta a la Comisión Europea en la que piden que la reforma del sector eléctrico que se aborde en la UE se haga bajo parámetros de libre mercado y sin intervencionismo de precios.
En esencia, el Gobierno español pretende llevar a cabo una reforma del mercado anulándolo casi en su totalidad e introduciendo precios regulados, y con subastas vigiladas por un organismo regulador, para establecer contratos de suministro a largo plazo, los denominados Contratos por Diferencias.
La carta es especialmente crítica con el modelo de los Contratos por Diferencias (CfD's, según sus siglas técnicas). Los CfD's podrían "desempeñar un papel en los mercados a largo plazo si benefician a los transición de energías renovables", dice la misiva. Pero "es importante que mantengan el funcionamiento del mercado" y que "no menoscaben la confianza del inversor". "Nos preocupa aplicarlos a todas las tecnologías de generación", dice la carta. Porque podrían ser contraproducentes.
Los CfD en todo caso, "deben ser voluntarios", y "no deben imponerse retroactivamente, deben centrarse en nuevos inversiones renovables, y los precios deben determinarse a través de subastas competitivas o licitaciones de conformidad con las directrices sobre ayudas estatales, y no sobre precios regulados". Los CfD deberían también estar "bien diseñados".
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