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Accionistas votaron el lunes para destituir a Roberto Castello, un paso en el plan del gobierno para nombrar a Joaquim Silva e Luna
Los accionistas de la brasileña Petrobras votaron el lunes para destituir a Roberto Castello Branco como presidente ejecutivo de la firma controlada por el estado.
La maniobra, aunque ampliamente esperada, es un paso importante en el plan del gobierno para reemplazar a Castello Branco por Joaquim Silva e Luna, un general del ejército retirado que no tiene experiencia en petróleo ni gas.
Los accionistas también eligieron a ocho personas para el directorio, uno de los cuales representará a accionistas no gubernamentales. La junta reestructurada tiene siete miembros que representan el gobierno, el accionista mayoritario de la empresa, tres en representación de inversionistas del mercado y uno en representación de trabajadores de Petrobras, la misma configuración que el directorio anterior de la empresa.
Castello Branco se convirtió en CEO en enero de 2019 y generó aplausos en el mercado por vender miles de millones de dólares en activos no esenciales y agudizar el enfoque de Petrobras en la producción de petróleo en aguas profundas.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dijo en febrero que destituiría al ejecutivo educado en la Universidad de Chicago en medio de una disputa sobre los precios del combustible. Castello Branco permaneció en el cargo hasta el lunes por la tarde.
Bolsonaro eligió a Luna para tomar el mando de Petróleo Brasileiro SA, como se conoce formalmente a la firma. Se espera que el militar sea ratificado CEO por el nuevo directorio.
La medida se mantendrá vigente hasta el 30 de abril e incluirá descuentos especiales y eliminación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en consumos que van desde la hotelería hasta la organización de eventos.
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