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Los datos clave del cónclave 2025
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En 2013, fueron 115 los cardenales electores que escogieron a Francisco, quien necesitaba mínimo 77 votos para ser elegido
Tras terminar los días de luto del Papa Francisco en El Vaticano, ahora inicia el conteo regresivo para el cónclave, el proceso o ceremonia que determinará no solo quien reemplazará al sumo Pontífice, sino que también designará al líder espiritual de millones de fieles y que definirá el rumbo que tomará la Iglesia Católica y su incidencia en la geopolítica global.
El cónclave que iniciará el 7 de mayo, son 133 los cardenales electores que conformarán la elección. Cabe resaltar que es requisito no tener más de 80 años para participar en la votación y permancer en la Capilla Sixtina. De hecho, solo 15 cardenales tiene menos de 60 años, un grupo de 45 tienen entre 60 y 70 años y la mayoría (73) tienen entre 71 y 80. El de más edad es el español Carlos Osoro Sierra, de 79 años, que es cardenal arzobispo emérito de Madrid, mientras que el más joven es el ucraniano de 45 años Mykola Bychok que es obispo en Melbourne.
En 2013, fueron 115 los cardenales electores que escogieron a Francisco, quien necesitaba un mínimo de 77 votos para ser elegido. Recordemos que la regla vaticana indica que el Pontífice se elige con dos tercios de los cardenales electores. Este año, quien se convierta en el Papa necesitará diez votos más, 87 como mínimo.
Al revisar este encuentro global de representantes católicos de todo el mundo, se destaca que el continente más representado es Europa, con 51 cardenales, seguido de América, con 37; Asia, con 23; África, con 18, y Oceanía, con cuatro.
A pesar de este panorama dominado por el viejo continente, habrá mayor diversidad de orígenes pues 12 países tendrán representación en el cónclave por primera vez. Estos son: Haití, Cabo Verde, República Centroafricana, Papúa Nueva Guinea, Malasia, Suecia, Luxemburgo, Timor Oriental, Singapur, Paraguay, Sudán y Serbia.
Del total, ocho de cada diez cardenales que participan en el cónclave fueron nombrados por Francisco, es decir 108, mientras que de los designados por Benedicto XVI quedan 21, y de los elegidos por Juan Pablo II aún quedan cuatro.
Pero no por haber sido elegidos por Francisco, se piensa que estos últimos están alineados a una perspectiva más conservadora, y distan de la visión del último Papal sobre su forma de ver la iglesia. Hay diversas corrientes entre los cardenales, que se pueden clasificar en: los diplomáticos, los estadounidenses, los italianos, los moderados, los conservadores, y los más cercanos a Francisco.
El candidato de los diplomáticos sería el cardenal Pietro Parolin, quien actualmente es el secretario de Estado del Vaticano y han podido conocer su trabajo por los cargos que desempeñan en la Santa Sede.
Entre los más cercanos al difunto Papa está Luis Antonio Tagle, conocido como el "Francisco filipino", prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y con posiciones muy parecidas a las de Jorge Bergolio respecto a los homosexuales. De esta corriente también se destaca el cardenal Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal italiana, que fue el enviado del Papa para mediar la guerra en Ucrania.
Por países, los estadounidenses, que son 14, están divididos y las figuras que puede sobresalir son Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, muy activo en redes sociales y en contra de la política migratoria de Donald Trump, o el moderado Robert Francis Prevost, que fue nombrado por Francisco como responsable de los obispos de todo el mundo y de su comisión para Latinoamérica.
Los italianos, que son 17, tienen una visión distinta cada uno, pero se destaca a Zuppi, Parolin y Pizzabala como los opcionados para que el papado vuelva a la cabeza de un italiano.
Los moderados podrían apoyar al secretario general del Sínodo, Mario Grech; o a Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo y relator general del último sínodo sobre la sinodalidad, o a Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat.
En cambio, los conservadores, quienes más han criticado al pontificado de Francisco, están divididos entre los más extremos, como Robert Sarah, o el estadounidense Leo Burke, o el alemán Gehrard Ludwig Mueller, quien revisaría la bendición de las parejas homosexuales si llega a ser Papa.
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