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El mandatario afirmó con claridad que Hamas no tendrá un papel en la gobernanza del enclave una vez termine el conflicto con Israel
Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, participó ayer en la Asamblea General de la ONU y aprovechó su intervención para insistir en el reconocimiento al Estado palestino.
Tras la negativa de Estados Unidos de darle la visa para viajar a Nueva York, envió un menzaje grabado en el que agradeció a los países que ya han reconocido al Estado palestino.
El mandatario ratificó su disposición a trabajar con Estados Unidos, Arabia Saudita, Francia, Naciones Unidas y otros actores internacionales en la implementación del plan de paz aprobado recientemente.
En su discurso, acusó a Israel de cometer crímenes de lesa humanidad en Gaza, denunciando el asedio, la destrucción de viviendas e infraestructura y los ataques contra sitios religiosos, al tiempo que exigió un alto al fuego inmediato, acceso humanitario sin restricciones y la liberación de rehenes y prisioneros. Abbas aseguró que el pueblo palestino vive bajo una agresión sistemática que viola el derecho internacional y advirtió que la comunidad de países no puede seguir siendo indiferente a esta situación.
Uno de los ejes centrales de su intervención fue la situación futura de la Franja de Gaza. El mandatario fue enfático en que Hamás no tendrá ningún papel en la gobernanza del enclave una vez termine la guerra, y que el grupo deberá entregar sus armas al Gobierno palestino para garantizar un solo mando legítimo en materia de seguridad.
“La vergonzosa rendición de algunos líderes al terrorismo palestino no vinculará a Israel de ninguna manera. No se establecerá un Estado palestino”.
Abbas sostuvo que la Autoridad Palestina es la única entidad reconocida para asumir la responsabilidad administrativa y de seguridad en Gaza, proponiendo la creación de una comisión temporal vinculada al gobierno en Cisjordania para gestionar la transición.
Por otro lado, el mandatario criticó fuertemente la expansión de los asentamientos israelíes en Cisjordania, los actos violentos de los colonos y las políticas de anexión que, según él, buscan consolidar un proyecto de “Gran Israel” y aislar a Jerusalén de su entorno palestino.
En esa misma línea, rechazó rotundamente la agresión contra la soberanía de países árabes y recordó que el conflicto palestino forma parte de un contexto regional más amplio que demanda una respuesta contundente por parte de la ONU y de las potencias mundiales.
También aprovechó su intervención para hablar sobre las reformas internas. Aseguró que, tras el fin de la guerra, se convocarán elecciones presidenciales y parlamentarias en los siguientes 12 meses y que en el primer trimestre posconflicto se elaborará una constitución provisional. Explicó que quienes participen deberán comprometerse con el programa político de la Organización para la Liberación de Palestina y cumplir con las obligaciones de la legitimidad internacional.
También mencionó planes para reforzar la gobernanza, la transparencia y la educación, ajustando el currículo en coordinación con organismos internacionales como la Unesco.
Abbas también resaltó que la destrucción de infraestructura, el bloqueo a la asistencia y los ataques en zonas de reparto de alimentos han generado una crisis humanitaria sin precedentes, que amenaza la supervivencia de toda una población.
Finalmente, hizo un llamado directo a Israel para retomar las negociaciones y poner fin al derramamiento de sangre. Dirigiéndose al pueblo israelí, subrayó que el futuro de ambas naciones está ligado a la paz y concluyó con un mensaje de convivencia, deseando un feliz Año Nuevo judío, “Rosh Hashaná”, como gesto simbólico de reconciliación.
Esta semana se celebró la “Conferencia internacional por la solución de dos Estados”, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York que inició el martes. La iniciativa fue liderada por Francia y Arabia Saudita con el objetivo de reconocer al Estado palestino. Reino Unido, Canadá, Australia, Portugal, México, Malta, Andorra, Luxemburgo y San Marino se unieron al llamado.
Este grupo se suma a un total de 157 Estados miembros de la ONU que reconocen al Estado de Palestina, es decir, 81% de los miembros de las Naciones Unidas.
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