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Si bien no se conocen los términos con los que se llevará a cabo la propuesta de compra, los especialistas han considerado que lo más probable, en virtud de la eventual fusión, es que primero se genere una revisión antimonopolio, sobre todo, si se tiene en cuenta que ambas compañías amasan prácticamente la mitad de las ganancias del sector y cobijan alrededor de un tercio de las ventas globales de la bebida alcohólica.
Según datos de Thomson Reuters y Euromonitor, AB InBev posee 20,8% del mercado cervecero mundial y SABMiller 9,7%, lo que significaría que juntas representarían 30,5% del negocio global de este producto.
Ab InBev, dueña de Budweiser, Corona y Stella Artois es la líder mundial en el sector, y podría conformar un grupo fusionado que tendría un valor de mercado de alrededor de US$291.900 millones, al adquirir SABMiller, valorada en cerca de US$87.300 millones según Forbes.
Miguel Lara, profesor del Politécnico Grancolombiano y experto en fusiones y adquisiciones, dijo que “por la proporción del mercado que tienen estas dos grandes compañías, es muy probable que los organismos competentes verifiquen si no se están violando leyes antimonopolio”.
Sobre esto, Jairo Rubio Escobar, exsuperintendente de industria y comercio, señaló que hay tres posibilidades, “que la operación no obstruya la libre competencia dentro del país y por esto se le otorgue la no objeción; que se restrinja definitivamente por afectar indebidamente la libre competencia; y que la operación sea aprobada con condiciones”.
Esta última posibilidad, en este caso particular de las dos cerveceras, podría contemplar que las compañías tengan que deshacerse de activos en Estados Unidos, donde controlan prácticamente 70% del mercado cervecero, e incluso en otros países.
Sin embargo, Rubio añadió que esas decisiones las toman directamente los organismos competentes de los países en donde AB InBev y SABMiller tienen algún tipo de participación, como en Colombia.
De llegar a buen puerto, la operación también sería un gran paso estratégico en el posicionamiento global, de las cerveceras. Los especialistas han confirmado que AB InBev reforzaría su posición en Asia, donde el consumo se ha ido incrementado en los últimos años.
De acuerdo a las cifras de Euromonitor, este continente sobrepasó a Europa y América en el consumo per cápita de este licor en 2007, y en 2011. Según la consultora, en Asia se tomaron 67.000 millones de litros de cerveza, en comparación con 57.000 millones que se bebieron en América y 51.000 millones en Europa.
De hecho, la fusión sería doblemente hábil si se tiene en cuanta que AB InBev ya tiene una fuerte presencia en Latinoamérica, y SABMiller tiene una posición dominante en África. Continentes vitales en el mercado mundial.
Un camino a punta de adquisiciones
En 2004, la brasileña AmBev y la belga Interbrew consiguieron fusionarse. Cuatro años después, la nueva empresa compró Anheuser-Busch, que pronto se convirtió en AB InBev. La actual SAB Miller, también es fruto transacciones. La africana se conformó en 2002 cuando la South African Breweries adquirió la estadounidense Miller Brewing Co., actualmente la compañía tiene cerca de 69.000 empleados y hace presencia en casi 80 países.
La opinión
Jairo Rubio Escobar
exsuperintendente de industria y comercio
“Estas transacciones, al ser de empresas multinacionales, producen efectos en cada una de las economías donde estas tienen participación de mercado”.
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