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El nuevo tope que le podrán cobrar los bancos en los intereses de las tarjetas de crédito será de 32,22% en septiembre.
Desde hace más de cuatro semanas se venía hablando de los cambios que tendría la tasa de usura en septiembre. Dentro de esas modificaciones se contempló la posibilidad de aplicar una nueva fórmula para el cálculo, algo que se descartó, pero sí pasó a ser certificada cada 30 días. La Superintendencia Financiera ya publicó la primera tasa de usura mensual, y a partir de mañana los bancos no le podrán cobrar en los intereses de los préstamos de consumo y tarjetas de crédito más de 32,22% anual.
Aunque la nueva tasa cayó 75 puntos básicos, y superó ligeramente la expectativa inicial de lo que se creía iba a bajar (aunque no llegó al punto porcentual que había trinado el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas), a la hora de compararlo con los intereses que están cobrando los bancos en la actualidad, solo dos entidades serían las que tendrían que reajustar los tipos de sus tarjetas de crédito.
En el último reporte de tasas de la Super con corte al 18 de agosto, Bbva tenía tipos por 32,36% para sus plásticos y Banco de Bogotá de 32,35%, así que serán los únicos en verse afectados al momento de aplicar la tasa de usura de septiembre.
Además de esto, la tasa de interés promedio que están cobran los bancos en las tarjetas era de 30,79%, es decir que el nuevo límite quedará casi 1,5 puntos porcentuales por encima de lo que ya se está cobrando.
A pesar de eso, el ministro Cárdenas aseguró que sí se notará un efecto con la nueva tasa, ya que hay 1,35 millones de tarjetahabientes, que tienen saldos de $5 billones, a los que les están cobrando lo máximo permitido. “La reducción significa que quienes deben esos $5 billones, se van a ahorrar $38.000 millones al año en intereses a los bancos, así que será un alivio para las familias que utilizan créditos en el país”, aseguró.
Por otro lado, el jefe de la cartera económica más de una vez ha señalado que bajar la tasa de usura es con el ánimo de apoyar la transmisión de la disminución de tipos de interés del Banco de la República, por lo que luego de conocer el nuevo tope, agregó que “en la medida que sigan bajando las tasas del Banco Central seguirá cayendo la usura”.
Antes de conocer los cambios para el Interés Bancario Corriente, banqueros del país habían mostrado su descontento, incluso los líderes del sector habían advertido de efectos marginales sobre la economía con el rediseño de la usura.
“Esta modificación en la tasa de usura hubiera tenido mayor incidencia si se hubiera tomado al comienzo del ciclo bajista de la tasas de interés del Emisor. Esto no sería significativo como para tener incidencia inmediata sobre los niveles de consumo en el país”, dijo el vicepresidente de Asobancaria, Jonathan Malagón.
Por último, “como la tasa promedio que cobran las entidades está por debajo de la usura, lo que sí se espera es que el margen entre ambas sea mayor en el corto plazo, eso justificaría la insistencia en los cambios”, señaló el analista Carlos Duarte de la U. Sergio Arboleda.
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